El Ejecutivo de Sánchez no llevará el texto al Consejo de Ministros de este martes al no llegar a un acuerdo con los agentes sociales
16 jun 2020 . Actualizado a las 08:16 h.Oídos sordos. El Gobierno descarta la petición de sindicatos y empresarios referente a la ampliación de los ERTE. Los agentes sociales habían marcado finales de año (diciembre) como fecha para mantener este escudo de protección del empleo. Pero los de Sánchez no terminan de verlo claro. Según el documento oficial que el Ministerio de Trabajo remitió a patronal y sindicatos este lunes, la prórroga de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo sería hasta el próximo 30 de septiembre. Pero la negociación se ha encallado. Y a pesar de que el Ministerio que dirige la gallega Yolanda Díaz iba con prisas y pretendía dar luz verde al nuevo texto este mismo martes, habrá que esperar. A última hora del lunes, fuentes conocedoras de la negociación aseguraban que el Gobierno no llevaría finalmente el texto al Consejo de Ministros. Tras más de cuatro horas de reunión, el encuentro finalizó sin un acuerdo entre las partes.
Seguirán trabajando. El principal escollo parece ser precisamente una cuestión de fechas. Por eso Trabajo no ha querido cerrar la puerta a futuras ampliaciones. A pesar de que apuntan a que la fecha de vigencia de los expedientes finalizaría el 30 de septiembre, Trabajo abre la puerta (extraoficialmente) a una nueva ampliación que podría llegar hasta final de año cumpliendo así con las peticiones de sindicatos y patronal.
Una de las cuestiones que se pueden observar en la letra pequeña del documento es la desaparición de la discriminación por sectores. Y es que según el papel que el Ejecutivo ha puesto sobre la mesa la vigencia de los ERTE se vinculará a que persistan restricciones vinculadas al coronavirus que impidan o limiten a las empresas la plena actividad. Sin importar a qué se dediquen las compañías.
La propuesta que ha remitido el Ejecutivo ha caído como un auténtico jarro de agua fría en la patronal. La CEOE se plantó y muestra su rechazo a unas condiciones que, sostienen, no recogen gran parte de las exigencias que ellos habían solicitado. Entre ellas, el nuevo texto mantiene la prohibición de despedir a aquellas empresas que se acojan a uno de estos mecanismos. Y, denuncian, empeora de manera importante las exoneraciones en las cotizaciones sociales.
Y es que, aquellas empresas a las que se hayan autorizado expedientes de regulación de empleo quedarán exoneradas del abono de la aportación empresarial a la cotización a la Seguridad Social en unos porcentajes que difieren a los que había hasta ahora. Además, el Gobierno mantiene los premios para aquellas que apuesten por la vuelta a la actividad.
De esta forma, aquellos trabajadores que pertenezcan a una empresa de menos de 50 empleados y que vuelvan al trabajo en julio, la exención alcanzará el 60 % de la aportación empresarial devengada en julio, el 50 % en agosto y el 40 % en septiembre de este año. Para las compañías con una plantilla superior al medio centenar, la exención se reduce hasta el 35 % en julio, el 25 % en agosto y el 15 % en septiembre.
Al otro lado de la balanza, las condiciones para aquellas empresas que continúan con sus actividades suspendidas a partir del 1 de julio. Para las que tengan menos de cincuenta trabajadores, la exención alcanzará en este caso el 35 % de la aportación empresarial en julio, el 25 % en agosto y el 15 % en septiembre del 2020. Para las que sean de mayor tamaño, la exención será del 20 % en julio, el 10 % en agosto y el 5 % en septiembre.
Lo que se mantiene intacto son los beneficios para los trabajadores. Porque el tiempo que dure el ERTE no computará para futuras prestaciones.