El abogado despedido de Podemos acusa a Iglesias y a su cúpula de cobrar en negro
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El letrado afirma que lo echan por investigar irregularidades, pero el partido sostiene
que cometió acoso sexual y laboral
05 dic 2019 . Actualizado a las 21:27 h.
Pablo Iglesias se enfrenta a una turbia tormenta interna en el momento más inoportuno. En plenas negociaciones con los socialistas para formar un Gobierno de coalición, Podemos despidió este semana a dos abogados, a uno por acoso sexual y laboral a una trabajadora del equipo jurídico y a otro por un ajuste interno. Ambos denuncian que han sido expulsados porque investigaban «graves» irregularidades internas, desde sobresueldos de altos cargos del partido a manipulaciones en las consultas internas.
José Manuel Calvente, hasta ahora delegado de protección de datos en la formación, recibió el lunes un burofax en el que se le comunicó el despido disciplinario (sin derecho a ningún tipo de indemnización) por acoso sexual y laboral a una empleada. Por su parte, Mónica Carmona, responsable de cumplimiento normativo, se irá a la calle por la necesidad de «reorganizar equipos», según describió ella misma en una carta enviada el miércoles al consejo ciudadano estatal, el máximo órgano directivo de Podemos.
La verdad, según los afectados, es otra. Carmona explica que se trata de «un grave acto de represalia y posibles coacciones» por la investigación que ambos llevaban a cabo sobre «irregularidades financieras, en materia laboral y de limpieza en la realización de las consultas y las primarias del partido».
Calvente, abogado de Podemos desde el nacimiento del partido en el 2014 y hombre de confianza de Iglesias, al que ha defendido en los tribunales, anunció este jueves una querella por calumnias contra tres altos cargos: Alberto Rodríguez —secretario de organización—, la diputada Ione Belarra y la gerente, Rocío Val, a los que acusa de crear «pruebas falsas» para justificar el despido por acoso sexual y laboral. Lo hicieron, prosigue, por la investigación de «las corruptelas» que, junto a Carmona, habían detectado.
Estas supuestas irregularidades podrían «comprometer seriamente al partido como entidad jurídica desde un punto de vista penal», afirma la hasta ahora responsable de cumplimiento normativo.
Sobresueldos
Aunque Calvente no quiere ser muy explícito sobre la naturaleza de estos comportamientos ilícitos, apunta que algunos altos cargos del partido, que adquirieron el compromiso público de que su remuneración no supere el triple del salario mínimo (ahora 900 euros mensuales), percibían sobresueldos de 900 euros, 600 en nómina y 300 en negro. Asimismo, fuentes cercanas al abogado citan contrataciones ilegales con empresas vinculadas a dirigentes, como Rafael Mayoral, secretario de relación con la sociedad civil y movimientos sociales.
La dirección lo niega todo
Desde la dirección del partido negaron las acusaciones de los letrados y se mostraron convencidos de que no se podrá probar nada en los tribunales. En cambio, sostienen, «está demostrada» la denuncia de acoso sexual, y se remiten a los mensajes incorporados en el burofax en que se comunica el despido a Calvente. La secretaria de feminismos, Sofía Castañón, lamentó que se haya aireado el caso cuando estos asuntos deberían dirimirse con «discreción», pero afirmó que el despido está motivado por «un acoso laboral por razones de género».
Pablo Iglesias, que este jueves participó en un coloquio en el Congreso, evitó hacer comentarios, y, salvo Castañón, ningún dirigente quiso hablar en público. Pero la convulsión interna estaba servida. La dirección de Podemos trata de rebajar la polémica y limitar los daños, porque las consecuencias pueden ser de calado jurídico y político.
El despido de los dos abogados puede acarrear serios problemas a la dirección de Unidas Podemos. José Manuel Calvente y Mónica Carmona no son dos empleados más en la estructura del partido morado. Su conocimiento de los engranajes legales de la formación y la confianza que en ellos había depositado personalmente Pablo Iglesias les han brindado total acceso a información muy sensible de la organización. Ya lo advierte en tono enigmático la abogada Carmona en su carta al consejo ciudadano: «La judicialización de los hechos traerá graves consecuencias para el partido, puesto que saldrán irremediablemente a la luz hechos tremendamente comprometedores para algunos cargos internos y responsables del partido».
Dos abogados de Podemos dicen haber sido despedidos de Podemos por investigar «graves irregularidades»
José Manuel Calvente Redondo y Mónica Carmona Segura, que trabajaban para Podemos como delegado de protección de datos y responsable de cumplimiento normativo del partido, respectivamente, denunciaron ayer haber sido cesados por la formación morada, lo que consideran «un grave acto de represalia y posibles coacciones» por estar investigando «graves irregularidades» en los asuntos de los que eran responsables, que afectarían, según señalan, a varios cargos internos.
«En los últimos meses se han producido una serie de irregularidades muy graves que podrían comprometer seriamente al partido como entidad jurídica desde un punto de vista penal, administrativo y reputacional», afirma Carmona en una misiva al consejo ciudadano estatal.
Según ese escrito, ella y Calvente habían iniciado «expedientes internos de investigación para aclarar los hechos y defender al partido ante una posible reclamación», y la respuesta de la dirección de Podemos ha sido «inventar acusaciones» contra Calvente «para justificar laboralmente su despido» y proponer la sustitución de Carmona «con la excusa de una «reorganización de departamentos».
«Todo ello para intentar puerilmente ocultar las graves infracciones legales objeto de investigación e intentar doblegar nuestra voluntad», denuncia Carmona.
Represalias y coacciones
El texto también asegura que los despidos responden a «un grave acto de represalia y posibles coacciones porque estábamos investigando graves irregularidades de Podemos en materia de protección de datos y de cumplimiento normativo y en los que se verían envueltos varios cargos internos y que conllevaría graves perjuicios para el partido». Sigue la carta hablando de «irregularidades financieras, en materia laboral y de limpieza en la realización de las consultas y primarias del partido que de confirmarse pondrían en cuestión los elementos centrales de nuestra legitimidad como organización».
Además, advierte Carmona que si se confirman las culpas, se podrían considerar los acuerdos del consejo de coordinación como un intento de ocultación de pruebas y un delito de encubrimiento. Por lo que concluye solicitando la reposición de Calvente y de ella misma en sus puestos para continuar las investigaciones internas e individualizar las responsabilidades para proteger al partido.
El PP dice que Iglesias no quiere que se sepan sus «finanzas oscuras»
El portavoz del Grupo Popular en el Senado, Javier Maroto, ha asegurado que la «purga» de abogados en Podemos evidencia que la formación de Pablo Iglesias no quiere que «se sepan las finanzas oscuras del partido».
Así lo ha asegurado en una entrevista en Telemadrid, recogida por Europa Press, en la que Maroto señala que «efectivamente no son un partido transparente y seguramente o presuntamente no tienen sus cuentas saneadas».