«Son los más exhaustivos del mundo», dice el experto Antonio Cancela
21 jun 2019 . Actualizado a las 07:40 h.La cartografía siempre ha sido una excelente forma de aprender historia, solo hay que fijarse en los detalles. Los mapas Michelin de España son precisamente una memoria de los años pasados de nuestro país. Cien, para ser exactos, ya que en este 2019 celebran su centenario. La toponimia es uno de los aspectos en los que más se aprecia el paso del tiempo: mientras que en el mapa de 1919 nos encontramos con «El Ferrol», en el de 1961 ya aparece «El Ferrol-del Caudillo», terminología propia de la época franquista, que en la mapas actuales ya ha desaparecido.
Antonio Cancela es el mayor coleccionista de mapas Michelin en España. Coincide a la hora de ensalzar el valor de estos planos: «Son los más exhaustivos del mundo. Recuerdo que una vez el director de Patrimonio Michelin me llevó hasta el centro donde se hacían los mapas en París. Allí me explicaron que los ejércitos, a día de hoy, siguen pidiéndoles los datos cartográficos por ser tan exactos», comenta. Como ejemplo resalta que «la ruta que une Cabo Vilán con Camelle, uno de los paisajes más bonitos de Galicia, solo la encuentras en los mapas Michelin».
El muñeco de Michelin
Los mapas no han sido los únicos que han ido evolucionando con los años, sino que las portadas y contraportadas de los mismos evidencian también cambios en la sociedad. Bibendum, el famoso muñeco Michelin, aparece por primera vez en la portada de 1921. Sale fumando, algo impensable en los tiempos de ahora. En otras, como la contraportada de 1942, la compañía decide hacer un homenaje a la evolución de la industria automovilística.
Los primeros mapas aparecen con dos precios diferentes en la portada. «El más caro era por si querías la cobertura en tela, que era más resistente y protegía las páginas», explica el coleccionista, un aspecto que evidencia lo valiosos que eran, y son, estos mapas.
Exclusivos y valiosos
Se sabe que el primer mapa Michelin de España data de 1919, pero no se puede confirmar que editasen uno nuevo cada año ya que la cobertura cartográfica fue muy irregular por culpa de las guerras. «Estaba previsto que el primer mapa Michelin de España saliese antes, pero se retrasó por la Primera Guerra Mundial», dice Cancela. La Guerra Civil Española también afectó a las tiradas: «A excepción de unos mapas regionales de 1942, hasta 1951 no se retomó la cobertura de forma regular», añade.
A todo esto se suma que «son muy difíciles de conseguir», explica el experto. A pesar de poner todo su empeño, confiesa que le está siendo muy complicado completar su colección.