Los conservadores estrechan el cerco a Theresa May y le exigen que dimita hoy mismo

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa REDACCIÓN / LA VOZ

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Theresa May acudió a votar en las elecciones europeas acompañada de su marido
Theresa May acudió a votar en las elecciones europeas acompañada de su marido TOBY MELVILLE

La renuncia al liderazgo «tory» le permitiría seguir seis semanas en Downing Street

24 may 2019 . Actualizado a las 07:52 h.

El final del tortuoso mandato de Theresa May se parece sospechosamente a la receta de la lamprea. La primera ministra se está cocinando a fuego lento en su propia sangre, sitiada por su partido, que le exige que presente hoy mismo su renuncia al liderazgo conservador ante el comité 1922 del Parlamento. La reunión con sir Graham Brady marcará la muerte política de esta correosa política, a la que ya solo le quedan dos balas en la recámara: o dimitir o anunciar una fecha para su relevo al frente de los tories. El tesorero del comité, sir Geoffrey Clifton-Brown, lo dejó claro: «Quiero que nos ofrezca un calendario».

El papel del 1922 será clave a la hora de certificar la defunción de Theresa May como líder conservadora. En caso de que se resista a arrojar la toalla, el presidente del comité, sir Graham Brady, podría tramitar un cambio de reglamento para plantear una nueva moción de confianza que fuerce su caída. Algunos diarios ingleses incluso apuntaban este jueves que los miembros del comité 1922 ya habrían votado en sobre cerrado y que solo están a la espera de conocer la decisión de May para sacar a la luz el resultado de la consulta.

El portavoz gubernamental subrayó que Theresa May será la primera ministra que reciba a Donald Trump el próximo 3 de junio, lo cual reafirma la vía intermedia que se baraja en Londres: que la premier renunciará hoy como líder del Partido Conservador, lo que pondrá en marcha su proceso de sucesión, pero que permanecerá al frente de Downing Street durante seis semanas mientras se rematan los detalles de su relevo.

Otras teorías apuntan a que May todavía hará un último intento de reescribir el acuerdo y presentarlo en junio en Westminster, para lo que ha mantenido reuniones con algunos de los siete ministros que, junto a la dimisionaria Andrea Leadsom, han planteado objeciones a su última propuesta para la salida de la UE. Pero la más que previsible debacle en los comicios europeos celebrados ayer en el Reino Unido (los tories podrían convertirse en la quinta fuerza política del país) y el asedio de sus correligionarios hacen que la atmósfera sea ya asfixiante.

Con Boris Johnson y Andrea Leadsom jugándose a los dados los despojos del Partido Conservador, sobre el número 10 de Downing Street ya parpadea un enorme letrero de neón: «Game over».