Durante su etapa al frente de Renault fomentó la alianza con las japonesas Nissan y Mitsubishi y potenció a la rumana Dacia en el sector «low cost». Al empresario franco-brasileño, detenido en Japón por malversación en sus finanzas personales, ya se le busca sustituto en el grupo automovilístico
19 nov 2018 . Actualizado a las 20:18 h.El arresto en Tokio por evasión fiscal del máximo directivo de la alianza Renault Nissan Mitsubishi, Carlos Ghosn, en relación con una investigación de las autoridades japonesas por supuestas irregularidades en sus finanzas personales castiga con dureza a su grupo empresarial. Renault se desploma hoy en la Bolsa de París, perdiendo sus acciones más del 8% de su valor.
La detención del presidente del conglomerado automovilístico fue llevada a cabo por representantes de la fiscalía del distrito de Tokio y está acusado de maniobras financieras supuestamente irregulares para sacar beneficio propio. Ghosn habría dejado de declarar al regulador bursátil de Tokio un total de 5.000 millones de yenes (38,7 millones de euros) de sus ingresos durante los últimos cinco años, según la agencia japonesa Kyodo.
Tras la investigación iniciada por no declarar esa serie de ingresos que habría recibido, todo hace indicar que Ghosn tendrá que abandonar su cargo en pocos días. Así se lo están pidiendo a los consejos de administración de las marcas integradas en la alianza de Renault, Nissan y Mitsubishi. Hiroto Saikawa, máximo directivo de Nissan, calificó los hechos como algo que «no puede tolerar la compañía»; al tiempo que señalaba que la más que probable salida de Ghosn no afectará al conglomerado, que cumple el año que viene dos décadas y que en 2017 comercializó casi 11 millones de coches a nivel mundial. Nissan presentará una moción de censura contra él al Consejo de Administración. Por su parte Mitsubishi ha hecho público un comunicado en el que también propondrá su destitución.
La salida de Ghosn se da por hecha en unos días
La suerte de Ghosn al frente de Nissan y Mitsubihi está prácticamente decidida ya, pero aún debe revisar los hechos el consejo de administración de la matriz, Renault. La marca francesa convocará «cuanto antes» a su Consejo de Administración. Tras conocer las intenciones de los socios Nissan y Mitsubihi, Philippe Lagayette, administrador de Renault, ha apuntado «haber tomado nota del comunicado difundido por ambas».
La investigación ha indignado también al gobierno francés, que es partícipe en la marca francesa con un 15% de su accionariado. Su presidente, Emmanuel Macron, ha dicho que «el Estado estará extremadamente vigilante con la estabilidad de la alianza y del grupo».
El escándalo salpica a otro directivo
Nissan, confirma además en las últimas horas que Ghosn estaba siendo investigado por la compañía a nivel interno «desde hace varios meses». La nota dice que las investigaciones estaban ligadas a «malas conductas» de su máximo directivo y de otro alto ejecutivo del grupo, Greg Kelly. «La investigación demostró que durante muchos años tanto Ghosn como Kelly han venido comunicando cantidades de compensación (financiera) en su informe a la Bolsa de Tokio que eran menores a las cifras reales».
«También en relación con Ghosn, se han descubierto otros numerosos actos significativos de malas conductas, como la utilización de bienes de la compañía para uso personal», acciones en las que Kelly también estaba presuntamente involucrado, según la nota oficial.
Ghosn, el «gurú» del automóvil
El empresario, de 64 años, está considerado como uno de los más influyentes del sector del motor y ha liderado durante años la lista de los directivos mejor pagados de Japón, desde que en 2005 asumió las riendas de la alianza Renault-Nissan. Bajo su presidencia el grupo automovilístico se ha consolidado en el podio de los tres fabricantes más vendidos en una histórica pugna con Volkswagen y Toyota. Entre sus éxitos empresariales figuran el lanzamiento del primer SUV al mercado, adelantándose a un fenómeno que sería tendencia y que hoy es el que más crece. Hablamos del Nissan Qashqai, cuyo primer modelo se comercializó en 2007. La rumana Dacia, que se dedicaba a producir antiguos Renault en el mercado local dio el salto a nivel mundial como marca independiente centrada en vehículos económicos, colocando a su utilitario Sandero y al SUV Duster como verdaderos éxitos de ventas.
En España la compañía tiene cinco fábricas. La principal es la de Palencia, que fabrica el Mégane y el Kadjar; seguida de la de Valladolid, que produce el Captur y un pequeño eléctrico, el Twizy. En Valladolid también hay una de fabricación de motores así como una cuarta en Sevilla para cajas de cambio. A las de Renault se suma la de Nissan en la Zona Franca de Barcelona, de donde salen las furgonetas eléctricas eNV200 y las pick ups Renault Alaskan y Mercedes X-Class. El coche eléctrico más vendido en nuestro país es el ZOE, un utilitario francés con 300 kilómetros de autonomía.