5G, Big Data, inteligencia artificial, Internet de las cosas y Blockchain provocarán la próxima década una gran transformación económica, industrial, social y política

César Rodríguez

Finales de la próxima década. Un domicilio gallego cualquiera. El hogar lo habitan cuatro personas, un robot y decenas de objetos conectados. A través del androide, de un panel, de sus móviles y/o de algún que otro asistente digital, los humanos pueden dar órdenes con su voz, preparar la ducha a una temperatura adecuada, obtener información sobre el tiempo que va a hacer, poner música, hacer videollamadas, reservar mesa en un restaurante o pedir que un coche conectado y sin conductor los recojan. No se pagará con dinero contante y sonante. No existirá (es la llamada Cashless Society).

Más robots que humanos en el 2020

¿Ciencia ficción? No. Es el futuro próximo. El que dibujaron en el pasado Mobile World Congress de Barcelona los responsables de las principales empresas tecnológicas del planeta. El mundo va camino de la cuarta revolución industrial. La protagonizarán los sistemas ciberfísicos, la Internet de las cosas (los hogares conectados son solo una de sus manifestaciones), la inteligencia artificial y el Big Data. Y provocará que en el 2040 haya más robots que humanos sobre la faz de la Tierra (según el máximo ejecutivo de la operadora Sprint). Mucho antes, a lo largo de la próxima década, comenzarán grandes transformaciones.

El dilema del empleo y la nueva guerra fría

El presidente del Banco Mundial confía en que la expansión de estas tecnologías y el despliegue de las redes 5G permita reducir la pobreza extrema, pero muchos recelan del impacto de la robotización de la economía en el empleo. Lo que es seguro es que habrá (ya lo hay) un aumento de la demanda de ingenieros y nuevos puestos técnicos. En la perspectiva geopolítica, el Instituto Elcano alerta de una nueva guerra fría (tecnológica) entre China, EE.UU. y Europa.

La fiebre del 5G

Hay una carrera internacional por el 5G. La protagonizan Estados, fabricantes de móviles, operadoras de telecomunicaciones, otras compañías tecnológicas. Los primeros móviles con esta conectividad llegarán a lo largo del 2019. Supondrá una mejora para los consumidores, pero su verdadero impacto se notará en los objetos conectados y en las empresas. En el MWC se vieron prototipos de routers domésticos y de vehículos autónomos.

El 5G permitirá que pueda haber un millón de dispositivos conectados por cada kilómetro cuadrado. Bombillas, puertas, ventanas, plazas de aparcamiento, paradas de bus, coches... Casi todos los objetos podrán enviar y recibir información entre ellos. Con y sin intervención humana. Y sin apenas retardo (su equivalente técnico, latencia, fue una de las palabras que más se repitieron en el MWC), lo que propiciará que un médico prestigioso pueda hacer una operación a miles de kilómetros de distancia del pacientes, a través de un robot, que la maquinaria pesada pueda ser teledirigida cuando trabaja en entornos peligrosos. Como dijo en el prólogo del Mobile el consejero delegado de Vodafone España, Antonio Coimbra: «Estará conectado hasta el perro».

¿Problemas en España?

El horizonte oficial de esta tecnología es el 2020. Entonces comenzará una revolución que puede suponer un reto adicional en España. Habrá que desplazar a la TDT (otra reantenización a la vista) para hacer sitio al 5G. Y está pendiente una subasta pública de espectro radioeléctrico que ya ha provocado declaraciones audaces de operadoras como Telefónica y críticas de algunas otras, como Vodafone. Llegar a tiempo con el 5G tiene importancia. Si un país se retrasa en su incorporación puede agrandar la famosa brecha digital. Y eso, en un mundo conectado y dominado por la Internet de las cosas, puede pagarse caro, muy caro. 

Wan Biao, miembro del consejo directivo de Huawei y responsable de Mobile Broadband y Home Device Product Line
Wan Biao, miembro del consejo directivo de Huawei y responsable de Mobile Broadband y Home Device Product Line

«La gran evolución en los móviles la traerá la inteligencia artificial»

Huawei enseñó al mundo en el MWC un terminal comercial 5G. Wan Biao (1972), miembro del consejo directivo de la compañía china, nos explica cómo será el futuro de la movilidad.

-¿Cómo va a ser capaz el ser humano de manejar la información que generan las nuevas tecnologías?

-La Internet de las cosas, el Big Data o la inteligencia artificial (IA) son lenguajes tecnológicos. Deben estar integrados naturalmente en la vida de las personas. No necesitan percibir qué están utilizando. Solo sacarles partido. Si alguien ve una película con 5G, podrá verla con mejor resolución y tendrá una mejor experiencia, pero no dirá, ‘oh, estoy usando 5G’. Lo mismo se aplica a la IA.

-¿Cómo serán los móviles?

-Veremos mejores cámaras y pantallas, pero la gran evolución la traerán los chips con inteligencia artificial, que abrirán la puerta a muchas funciones nuevas, a la biotecnología, a los sensores de todo tipo.... La clave será crear productos de calidad que aporten la mejor experiencia de uso.

-¿El cambio se acelera?

-Repasemos la historia de la tecnología. Nos llevó dos mil años llegar a la primera revolución industrial, doscientos conseguir que un ordenador ganara a un capeón mundial de ajedrez, veinte que una IA venciera a un profesional del juego Go. ¿Qué veremos dentro de dos años? Pues sobre todo hay que prestar atención a la inteligencia artificial y al Big Data.

Steve Brumer, experto en Internet de las cosas, lleva 24 años trabajando con máquinas conectadas
Steve Brumer, experto en Internet de las cosas, lleva 24 años trabajando con máquinas conectadas César Rodríguez

«Habrá muchos beneficios para la vida real gracias a las máquinas conectadas»

Para poner en perspectiva el fenómeno de las máquinas conectadas, nadie mejor que un experto. Steve Brumer, socio de la consultora 151 Advisors, lo es, habla claro y rompe algunos mitos.

-Todo el mundo habla ahora de Internet de las cosas, ¿qué es? ¿Cómo lo define?

-Llevo 24 años trabajando en la tecnología «máquina a máquina». Internet de las cosas (IOT) es lo mismo, un término de márketing para hablar de cosas que hablan con otras cosas a través de Internet.

-¿Cuándo la gente va a percibir que las máquinas hablan más que las personas?

-(Risas). Uno de los principales problemas que tenemos hoy en día en la industria es la falta de formación. En la mayoría de los casos las personas que atienden a los consumidores no han sido formados en IOT. Tenemos que corregirlo ya.

-Las máquinas conectadas de nuestras casas van a producir mucha información. ¿Cómo la gestionaremos?

-Un usuario medio no va a hacerlo. Pensará que esas cosas son magia. La mayoría no sabe cómo funciona su móvil, pero lo usa. Hay que garantizar la seguridad y fomentar la confianza. Aún hoy en Estados Unidos hay personas nerviosas cuando pagan con tarjeta de crédito.

-¿Hay otros problemas fundamentales?

-La integración de los dispositivos debe ser fácil. Hay que decirle a la gente en qué se gasta su dinero y recordarle que esta tecnología puede salvar vidas y, a la vez, traer grandes ventajas en el día a día.

Las tendencias del MWC