Arremete contra el cabeza de lista del PSC, a quien acusa de querer ser presidente a toda costa, pero el socialista responde que se propondrá para la investidura si no hay mayoría secesionista
20 dic 2017 . Actualizado a las 12:18 h.La atípica campaña electoral cerrada el martes en Cataluña para elegir a los 135 diputados que constituirán el nuevo Parlamento ha servido para afianzar más, si cabe, las posturas de los dos bloques en los que han quedado posicionados los principales partidos. Uno, constituido por Junts per Catalunya, ERC y la CUP; y otro, por Ciudadanos, PSC y PP. Catalunya en Comú-Podem, por su parte, ha seguido optando por la ambigüedad.
En el bloque constitucionalista, al igual que en el independentista, no han logrado ponerse de acuerdo para remar en busca del objetivo común: la formación de un Gobierno que cierre la puerta al desafío soberanista. Inés Arrimadas ha enfocado sus discursos a intentar arrancar al candidato del PSC, Miquel Iceta, el compromiso de que apoye la lista constitucionalista más votada, es decir, la suya probablemente. El martes insistió en su versión. «Somos la única fuerza política en posición de ganar a los nacionalistas», lanzó. Pero no solo eso. Después de que Albert Rivera reconociera que aunque C’s sea la lista más votada es previsible que no pueda gobernar porque sería Iceta quien obtuviese más respaldo parlamentario, Arrimadas volvió a pedirle al socialista que no busque ser presidente a toda costa. Argumentó que lo importante es formar un proyecto alternativo al independentismo y le exigió que piense más en eso que «en ocupar la silla».
C’s insta a una movilización masiva, porque acabar con el «procés» puede ir de «un puñadito de votos»
La candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas, escogió el barrio obrero de Nou Barris, en Barcelona, para su último mitin de campaña, en un último intento de arañar votos al PSC de Iceta, como ya hicieron desde su partido en las elecciones generales en ese distrito. La plaza mayor no resultó acogedora. Hacía mucho frío y las personas, algunas protegidas con mantas naranjas, que estaban sentadas en las sillas colocadas para la ocasión, se removían para combatir la baja temperatura.
Arropada por Albert Rivera y por el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, Arrimadas sacó fuerzas para asegurar que hay que votar por el partido naranja para el día de mañana poder «gritar alto y claro: “Yo voté por la libertad, la democracia y la igualdad, voté por Cataluña, por España y por Europa”».
Con las expectativas electorales muy altas, Arrimadas aseguró que «ganar lanzaría un mensaje al mundo de que aquí nunca ha habido una mayoría independentista». Afirmó también la candidata de Ciudadanos que solo hay dos opciones: «O alargar el procés con Puigdemont o acabar con el procés y apostar por la reconciliación y el seny».
Pidió una movilización masiva para acabar con el desafío independentista y reiteró que el triunfo de los partidos constitucionalistas puede ir de un «puñadito de votos», por lo que animó a todos los ciudadanos a que acudan a votar. Reseñó que lo importante es que las fuerzas no independentistas puedan sumar para formar un Gobierno alternativo y reiteró que «hay muchos socialistas que no entienden cómo el PSC se ha pasado toda la campaña vetando a Ciudadanos, pero prometiendo indultos» a líderes independentistas cesados y procesados por los tribunales. Y es que, «si el PSC queda por delante en las urnas, yo me pongo a su disposición para investir como presidente al señor Iceta. Me gustaría que los socialistas pensaran lo mismo con nosotros».
Iceta, el único sin vetos
Iceta volvió a proponer una «investidura transversal» que le haga presidente con apoyo de los comunes, Ciudadanos y PP, para evitar las otras dos opciones, «un presidente independentista o repetir elecciones», escenario que, les recordó, llevaría a «prolongar» el 155. Y anunció que, si no hay una mayoría independentista, él se propondrá para la investidura. En su apoyo acudió el secretario general del PSOE. Pedro Sánchez criticó con dureza a los independentistas, pero también al Gobierno y a C’s, y defendió a Iceta como presidenciable porque es el único que no sufre «vetos» de los dos bloques. «Le atacan por los dos lados, por lo que probablemente sea la solución», dijo. Y recordó que «la gente de ERC» llamó «carcelero» a su partido y votó en contra de su investidura. Por eso apostó por hacer lo posible para que no vuelva a haber un Gobierno secesionista.
El PSC insiste: «Ciudadanos y el PP pueden contribuir al cambio, pero no son el cambio»
Alegría y esperanza es lo que se palpaba el martes en el acto de cierre de campaña del PSC en el pabellón deportivo de Cornellà, localidad del cinturón rojo de Barcelona regida desde el 2004 por el socialista Antonio Balmón, quien acompañó a Miquel Iceta y al exministro Josep Borrell en el escenario. Pero también territorio amigo del expresidente José Montilla.
El candidato, que por la mañana había paseado por Hospitalet con el presidente cántabro Miguel Ángel Revilla, se comprometió a establecer un «contrato con Cataluña», un conjunto de obligaciones que asume al servicio de los catalanes para garantizarles reconciliación, seny y progreso económico y social. «Nunca nunca pondremos en peligro los derechos y el bienestar de los catalanes», aseguró.
Un «pacto de Estado por Cataluña», dijo, que desemboque en avances sustantivos, un paquete de inversiones en materia social en el 2018 o un pacto para regularizar 100.000 empleos. Y pidió el voto para el PSC, porque «Ciudadanos y el PP pueden contribuir al cambio, pero no son el cambio».
Por la mañana, en Lérida, el expresidente del Parlamento Europeo y exministro Josep Borrell había advertido sobre el riesgo que cree que supone insistir en la independencia de Cataluña y en la república. «Es darse cabezazos contra la pared: la economía se acabará rompiendo y llegará un día en que llegaremos a las manos», aseguró.
Los apoyos internacionales no cesaron en todo el día para el candidato socialista. El ex primer ministro belga Elio di Rupo, quien participó en la campaña con Iceta, le escribió ayer en Twitter y terminó con el hashtag #FemIcetaPresident. También el expresidente del Europarlamento Martin Schulz, presidente del Partido Socialdemócrata de Alemania, se dirigió a él en la Red para decirle que mantiene los dedos cruzados por su «partido hermano» y por su líder, Iceta. Apostó así por «el equilibrio y la cohesión en España y en Europa».