El móvil sexual, una de las hipótesis del crimen de Paula y Marc en Susqueda

La Voz / EFE

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Las huellas dactilares han confirmado la identidad de los cuerpos recuperados hace unos días del pantano

18 oct 2017 . Actualizado a las 19:19 h.

Con el paso de los días van conociéndose cada vez más datos del doble crimen de Susqueda. Las pruebas practicadas a los cadáveres de Marc H.L., de 23 años y vecino de Arenys de Munt (Barcelona), y a Paula M.P., de 21 años y vecina de Cambrils (Barcelona), han confirmado que se trata de los jóvenes que fueron vistos por última vez a finales de agosto, cuando se disponían a pasar unos días haciendo kayak en el pantano de Susqueda. La identificación ha sido posible a partir de los análisis de las huellas, una opción que se había complicado por el estado que presentaban los cadáveres después de un mes bajo el agua. Pero algo ocurrió para que nunca más se volviese a ver con vida a los dos jóvenes y sus asesinos tratasen de ocultar sus cuerpos, hasta que el pasado martes fueron hallados por los Mossos. Hasta ahora, la única pista que había de los jóvenes era su kayak y su coche, que fue hundido en el embalse de forma premeditada. 

¿Pero qué pudo pasar para que asesinaran a Paula y Marc? La policía, que desde el primer momento desconfió de que pudiese ser una huida voluntaria y temió que a los dos jóvenes les hubiera ocurrido algo terrible en Susqueda, baraja varias hipótesis y una de ellas sería el móvil sexual. El coche, un Opel Zafira que fue recuperado días después por los investigadores del fondo del pantano de Susqueda, tenía los asientos abatidos y una madera a modo de cama, algo que indicaría que los asesinos les habrían sorprendido desnudos dentro del vehículo, según informa Informativos Telecinco.

Los cuatro puntos clave del doble crimen de Susqueda
Los cuatro puntos clave del doble crimen de Susqueda

Una prueba que apunta a este extremo sería que la ventanilla del coche apareció rota de fuera hacia dentro. Por el momento, se desconoce si los cuerpos recuperados del embalse tenían signos de agresión sexual. Eso sí, tanto Paula como Marc tenían heridas de bala realizadas por un arma corta. 

Poco a poco los Mossos han reconstruido los últimos momentos de Paula y Marc y creen que fueron sorprendidos a media tarde en el lugar en el que habían decidido montar su campamento durante los días que pasasen en el pantano de Susqueda. Ese mismo día una persona que vive cerca del pantano y que asegura que el día de la desaparición oyó cuatro disparos y un grito.

Los asesinos llevaron el coche de Paula y Marc hasta la playa fluvial del pantano de Susqueda, donde lo hundieron de forma premeditada introduciendo una piedra dentro. 

Y por último llevó los cuerpos de los dos jóvenes a otro punto del pantano, con muchas zonas de difícil acceso y abruptas, a las que es difícil llegar sin conocerlas bien. En total habría recorrido unos once kilómetros por carretera y unos tres si se movieron a través del agua. A los investigadores les chocó desde un primer momento que los jóvenes hubiesen llegado por sí solos al lugar donde apareció el coche, ya que para llegar allí es necesario conocer bien las pistas que llevan a ella y es complicado llegar a ese lugar si no es con un vehículo todoterreno.

Los investigadores rastrean ahora el pantano en busca de nuevas pruebas relacionadas con el caso. La policía cree que se trata de un doble crimen y que, al menos, serían dos los asesinos que acabaron con la vida de la pareja y que intentaron que los cadáveres desaparecieran bajo el agua con mochilas llenas de piedras. Los dos cuerpos aparecieron desnudos, uno flotando en el agua y el otro sobre una pared del pantano, posiblemente a causa de un descenso del nivel del embalse al término del verano.

Lo que sí está claro es que los asesinos hicieron todo lo posible por intentar hacer desaparecer cualquier resto posible de Paula y Marc en Susqueda, que se encontraban de vacaciones en el momento de la desaparición y tenían previsto visitar Tamariu, en Palafrugell (Girona), y el Montseny, así como hacer una excursión en un kayak por el pantano de Susqueda. Hundieron su kayak y su coche, poco después de que se les hubiese visto por última vez en un restaurante próximo tras realizar una extracción de un cajero automático de La Cellera de Ter.