Desde aquella decisión el club ché ha vivido convulso, no sólo por la reacción a la salida de los tres pesos pesados, sino por el propio fracaso deportivo y la dimisión de Soler.
El presidente del Valencia, quien también es su accionista mayoritario, habría decidido abandonar su puesto tras la oleada de críticas y polémicas que acompañan al equipo.
El técnico del Dépor destaca el papel jugado por la afición de Riazor en la recuperación del equipo, un apoyo que no tuvo, a su juicio, en otros conjuntos, como el Celta.