Lleva más de 30 años dedicada a la comunicación y, superada la barrera de los 50, Julia Otero asegura que su pasión por la palabra ha crecido con el tiempo, tanto que aspira a envejecer diciendo solo lo que piensa. Ese mismo amor por la conversación y por la gente lo ha desarrollado por su tierra, Galicia, a la que vuelve cada vez con más frecuencia, empujada por su hija de 14 años, que ha heredado de su abuelo su apego a Monforte
Por Sandra Faginas