Guerra asegura que el naval gallego tiene «todos los argumentos» para demostrar que «actuó de buena fue» y espera que no sea necesario devolver las ayudas.
La nueva ordenación rebaja la autonomía del director general para dar un papel más activo al consejo de dirección del órgano, que ahora tendrá capacidad de decisión en las ayudas de más de 3 millones