El gallego, campeón del mundo en el 2002 de un deporte apenas conocido hasta entonces y que popularizó con un carisma arrollador y un espíritu libre, deja la práctica profesional a los 42 años
El santiagués desvela en el último capítulo de la miniserie documental Arrieiros Somos el vínculo que mantiene con el ordense, entre otras muchas cuestiones