El impulso de los socialdemócratas gracias al «efecto Schulz» desata el nerviosismo en el partido de Merkel. Según un sondeo, dos tercios de los alemanes no quieren que Merkel siga siendo canciller
Volkswagen se ha cargado de un plumazo el mito alemán de la honestidad. Los ciudadanos no perdonan al consorcio automovilístico que, con su estafa, haya perjudicado el «Made in Germany»
Merkel advierte a Washington del riesgo de «perjudicar la necesaria confianza entre aliados» e insistió en que esas prácticas terminan generando más inseguridad