Baixo o nombre de Florencio de Barreiros, polo seu tataravó, o rapaz fabrica zocas, cestos ou corozas recuperando a sabedoría e a tradición popular galega
Los responsables municipales y de las obras consideran que fue una «irresponsabilidad» sacar a la luz el extraordinario hallazgo sin antes tomar las medidas necesarias para su protección y conservación y para garantizar la seguridad de los visitantes