El complemento del verano refleja las personalidades Con el buen tiempo, los gallegos al fin pueden usarlas Protección, protección y más protección. Para la piel, para la cabeza y, por supuesto, para los ojos. Parece ser que, últimamente, el sol desprende sus rayos con muy mala leche. Lorenzo nos da una de cal y otra de arena. Frente a la alegría de que luzca, el sol nos puede provocar alguna que otra pena. Así que, crema para la piel, pañoleta para la cabeza y gafas de sol para los ojos.
MARIA J. MIYARES