VEINTE DÍAS DE NOVIEMBRE C.F. La salud del Generalísimo era como una pelota muy usada, a la que se coloca un parche sobre un agujero y al poco tiempo pierde aire por otro sitio. De ahí que a sólo cinco días de la primera operación, provocada por una hemorragia gástrica incoercible, hubo que acometer una segunda. Para ello fue necesario trasladar al enfermo a la Residencia Sanitaria La Paz, lo que se llevó a efecto en medio de grandes medidas de seguridad. Se pudo ver entonces a Franco en una camilla, con la cara blanca y demacrada.
C. F.