La gran odisea de un grupo de amigos en su viaje a Asturias: «Tres de tres coches se los llevó la grúa»

María Sánchez Condado
María S. Condado REDACCIÓN

VIRAL

@laura_ir

El viaje parecía estar maldito desde el principio, ninguno de los integrantes pudo volver en el vehículo con el que partió

27 ago 2024 . Actualizado a las 22:43 h.

Lo que parecía ser un espectacular viaje entre amigos se acabó convirtiendo en una gran odisea. Las redes sociales se hacían eco este verano de la accidentada aventura que les ha tocado vivir a este grupo de amigos en su viaje a Asturias. Laura, una de las integrantes, compartía a través de su perfil de Tiktok las desventuras que les tocó vivir en sus vacaciones por el Principado. Una serie de catastróficas desdichas que dieron comienzo desde el minuto cero.

A través de su publicación, y en tono de humor, la internauta decidió puntuar los acontecimientos que sucedieron en el viaje. Los ocho amigos comenzaron su aventura montándose en sus dos coches, sin imaginar que tan solo 20 minutos después de su partida, estamparían uno de los vehículos. Un acontecimiento al que Laura le ha otorgado una puntuación de menos ocho puntos sobre diez. Asegura que «hubo miedo» y que no fue una buena forma de arrancar su escapada. Aunque esto no había hecho nada más que empezar. Con la duda de si el viaje saldría adelante, el grupo de amigos tuvo que esperar cerca de cinco horas para conseguir otro coche que les llevara al destino. Finalmente, el padre de una de sus amigas se ofreció voluntario y les prestó un nuevo vehículo. Un grato gesto, «muy considerado por su parte», que quizá no habría tenido, si hubiera sabido el desenlace de la historia.

Tras más de ocho horas de viaje, llegaría el segundo inconveniente: se habían confundido de ubicación «porque había dos pueblos que se llamaban igual». Aunque la desgracia podría haber sido mayor, tuvo fácil solución. La distancia que separaba a ambos municipios era de tan solo media hora; eso sí, el cansancio acumulado, hizo que esta pequeña experiencia obtuviera una puntuación 4 de 10. Si no era suficiente con confundirse de localidad, también lo hicieron con la vivienda, el grupo se metió en casa equivocada. La propietaria tuvo que indicarles la salida y el camino correcto. En este punto, los aventureros aún no perdían la sonrisa: «Por lo menos ya habíamos llegado y la mujer fue muy amable». El alojamiento tampoco fue plato de buen gusto, «olía a moho una barbaridad». «La vajilla pegajosa y que estuviese infestado de mosquitos» contribuyeron a aumentar la incomodidad de los viajeros.

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Su visita turística no había hecho más que empezar y los lugares de ocio no les pusieron las cosas fáciles. Tras el fallido intento de validar sus entradas en un jardín botánico, los ocho integrantes se vieron obligados a colarse saltando una valla, «yendo con vestidos». «Hubo algún daño personal pero por lo menos conseguimos entrar», destaca Laura en su publicación. Tanta fue la confusión del viaje que les llevó a pensar que la playa de Las Catedrales, a la que tampoco pudieron entrar, se encontraba en Asturias. Tras su fallido intento, el grupo de amigos esperó el autobús que les llevaba al pueblo durante más de una hora y media. Laura describe este momento «lo menos traumático» del viaje, a pesar del mal tiempo.

En un último intento de solucionar su catastrófica aventura, decidieron emprender rumbo a Gijón, con la gran mala suerte de que la luna del coche prestado se rajó después de que una minúscula piedra impactase sobre ella. A pesar del agobio, remarca, «podría haber sido peor». Y lo fue. Sufrieron otro accidente con este mismo coche por culpa de un vehículo que iba «excesivamente rápido».

@laura_ir

El otro coche tampoco se libró de la maldición. De camino a hacer una ruta en bici, una de las ruedas del vehículo se pinchó. A pesar de todos los desastres, los amigos se mantenían positivos: «No era accidente y con eso nos conformábamos».

La vuelta a casa no estuvo menos accidentada. Tras desplazarse hasta el aeropuerto a por un coche de sustitución y encontrarse con el cantante Nio García, de camino a casa pincharon otra de las ruedas. Finalmente, parte del grupo tuvo que volver a su lugar de origen en taxi.

En su última publicación, Laura hace un resumen perfecto de su aventura: tres de tres coches se los llevó la grúa (nadie volvió con su coche), dos accidentes, una luna rota y dos pinchazos.