Entre los 78 concejos asturianos no es extraño encontrar topónimos de lo más inusuales
04 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.A lo largo y ancho de los más de 10.500 kilómetros cuadrados que conforman el territorio del Principado de Asturias, no resulta raro descubrir en ocasiones topónimos que despiertan la curiosidad de propios y extraños. Entre sus 78 concejos y cientos de parroquias se pueden encontrar nombres singulares y divertidos, que no pasan inadvertidos durante los viajes por carretera.
El Pito
Se trata de uno de los pueblos que conforman la parroquia de Piñera, en el concejo de Cudillero. El Pito presume de contar con dos tesoros culturales como son el Palacio de los Selgas y la Iglesia de Jesús de Nazareno. El primero de ellos cuenta en su interior con obras de artistas como Goya o El Greco mientras que el templo posee el altar religioso más antiguo de España, que data del siglo VIII.
Villaviciosa
Concejo, parroquia y localidad homónimos, es una de las capitales sidreras del Principado, popular por sus extensiones de pumaradas y algunas joyas naturales como la playa de Rodiles o su ría, la más grande de la región. El significado de su nombre guarda relación con la fertilidad de las tierras del concejo.
La Polla
A menos de 5 kilómetros de la capital del concejo de Langreo y a 500 metros de altitud se ubica esta pequeña aldea de la parroquia de Ciaño. Aunque apenas está conformada por un puñado de viviendas, este topónimo ha trascendido en varias ocasiones en prensa nacional e internacional por motivos evidentes.
Entrepenes
15 viviendas conforman el pueblo de Entrepenes, o Entrepeñas, situado en el concejo de Aller y que dista 3 kilómetros de Cabañaquinta, su capital. Se encuentra dentro de la Comarca de la Montaña Central, por lo que la zona es un punto de parada habitual de senderistas y amantes de la naturaleza.
Pis
En la parroquia de La Riera de Colunga se encuentra Pis, otra zona muy frecuentada por senderistas y excursionistas que visitan el concejo atraídos por sus montañas y paisajes. Además, para rematar lo curioso de su toponimia, en este pequeño pueblo se puede visitar la Riega de Pis, un enclave natural en la cuenca del río Llovones.
Carteles y juegos de palabras
En Asturias no solo se encuentran pueblos con nombres divertidos, sino que también sus gentes demuestran un hábil sentido del humor. Para muestra, basta con comprobar la ironía con la que algunos vecinos retocan los nombres de las localidades en los carteles que establecen el inicio y el final de las poblaciones.
Algunos cambios como «Spaghetti a la Caborana» o «Turón de Suchard», entre muchos otros, se hicieron virales en internet provocando las risas de los usuarios, que en su mayoría se tomaron bien las modificaciones.