La erosión kárstica a lo largo del tiempo ha creado una cavidad de casi 20 metros de diámetro de inconfundible silueta en el macizo asturiano
27 nov 2023 . Actualizado a las 18:18 h.Cualquier excusa para destacar las joyas de la montaña asturiana es bienvenida y un reciente artículo de la revista Viajes National Geographic pone el foco en la caprichosa e inconfundible silueta del Arcón o L'Arcu de Peña Mea. Como si de una ventana al paraíso se tratase, este enorme ojo de buey es una cavidad de casi 20 metros de diámetro abierta en la roca caliza por la erosión kárstica a lo largo del tiempo.
El pico de Peña Mea, con sus 1.557 metros, no es de los más altos de Asturias, pero sí uno de los clásicos y más emblemáticos del macizo asturiano. Situado entre Laviana y Aller, en el Cordal del Retriñón, la ruta hasta el pico parte de Pelúgano —de Arriba, para aparcar—, una localidad allerana con una destacada presencia de hórreos. De dificultad media, la ascensión al pico no requiere de escalada y está señalizada como sendero de pequeño recorrido (PR).
Son algo más de 10 kilómetros, ida y vuelta, que se suelen hacer en unas cuatro horas y media. La mejor época para hacer esta ruta es el otoño, evitando el calor y las posibles heladas que complicarían la ascensión, de cuestas prolongadas a través de aldeas, prados, cabañas y valles.
A partir del canal de las Cuevas, el sendero se vuelve más estrecho, en zigzag, y la ascensión se hace más intensa hasta llegar al impresionante Ojo de Buey, donde un merecido descanso servirá para disfrutar de las hermosas vistas de la montaña asturiana.