Eva Rami, ilustradora gijonesa, gana en dos categorías de los 2023 International Latino Book Awards: «Todavía no lo asimilo»
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Junto a Saioa López Rico se ha llevado la medalla de oro en Mejor Libro Ilustrado Educativo para Niños y Mejor Libro Más Inspirador Ilustrado para Niños
31 oct 2023 . Actualizado a las 11:56 h.Eva Rami, la ilustradora gijonesa, lo ha conseguido y junto a Saioa López Rico se ha llevado la medalla de oro en las categorías de Mejor Libro Ilustrado Educativo para Niños y Mejor Libro Más Inspirador Ilustrado para Niños de los 2023 International Latino Book Awards. Estos premios se celebraron el pasado 21 de octubre al otro lado del charco, concretamente en Los Ángeles. La ilustradora narra su experiencia en el certamen estadounidense por primera vez en su vida: «La experiencia ha sido maravillosa a nivel personal y profesional y es un reconocimiento muy importante para nosotras». Además, la asturiana añade sus primeras impresiones tras volver del país extranjero. «Nunca había estado en Estados Unidos, el viaje ha sido increíble; la verdad que es un país muy grande en todos los aspectos y la ceremonia ha ido genial», apunta la ilustradora.
Por otro lado, Rami aprovecha para reivindicar el hecho de llevarse la victoria con un libro autopublicado, algo que según ella dificulta considerablemente su reconocimiento y valoración. «No hay ninguna editorial detrás que financie nuestro proyecto, yo me he encargado de la parte de ilustración y edición y Saioa es la escritora del texto y de quien ha salido la inversión económica al no contar con ningún tipo de ayuda económica», señala la gijonesa. A colación de esto, la ilustradora añade: «Nosotras autopublicamos porque las grandes editoriales no nos dan esa oportunidad de abrirnos las puertas». Aun así, reconoce que tiene la esperanza de que «esta situación cambie en un futuro».
Además, añade el mérito de ganar el oro con un libro autopublicado. «Estos premios culturales son los más grandes de Estados Unidos y a nivel mundial abre el melón de que las autopublicaciones también pueden tener un buen nivel y reconocimiento internacional», explica Rami. La ilustradora adelanta también las problemáticas que se encuentran en otro tipo de concursos, sobre todo, de índole nacional:«En España, en ocasiones, las autopublicaciones están vetadas y en Estados Unidos, lo que importa realmente es el libro en sí, sea de una editorial o no».
A su vez, la ilustradora reconoce que no se esperaba ganar las dos categorías. «Nosotras ya íbamos felices sabiendo que estábamos entre las finalistas y cuando descubres que la medalla de oro lleva tu nombre, sientes mucha alegría por el reconocimiento». Un reconocimiento que otros escritores de la calidad de Isabel Allende o Gabriel García Márquez consiguieron años atrás y que Rami describe como «increíble». «No asimilo que estos escritores hayan ganado el mismo premio que nosotras, aunque haya sido en categorías diferentes». Algo que le hace pensar que están «en un nivel muy alto».
Proceso creativo
Respecto a la obra en concreto, Rami explica que Éramos una vez…mi mamá y yo, que ya puede encontrarse en la pagina oficial de la ilustradora (www.evarami.com) y en algunas librerías de Gijón o Vitoria «es una pequeña saga de cinco libros que ya están acabada». Por otro lado, la de Gijón explica cómo ha sido su proceso creativo de las ilustraciones del libro: «Tardamos en hacerlo unos seis meses; Saioa me presentó el texto y, en primer lugar, me contó cómo se imaginaba la historia, por lo que a raiz de su descripción elaboré la imagen de los personajes». Además, la ilustradora reconoce una anécdota peculiar a raíz de la protagonista. «Es una brujita llamada Miada y Saioa me dijo que el dibujo era idéntico a su hija mayor», en quien curiosamente se había inspirado para escribir el cuento. Otro de los elementos importantes de su trabajo ilustrativo estuvo enfocado en la realización de «un storytelling, la elaboración de los bocetos, la maquetación y la organización editorial».
A nivel más específico, Rami destaca «la luz especial y mágica de este cuento» y aprovecha para defender el trabajo de la ilustración en este tipo de obras: «Un cuento infantil siempre tiene dos autoras, la escritora y la ilustradora y el libro es una especie de hijo en común, por lo que tiene que quedar a gusto de las dos». Además, refleja el esfuerzo y tiempo dedicado en cada dibujo. «Yo dibujo en digital y eso lleva muchas horas. Hay gente que puede verlo y pasar la página sin darse cuenta que detrás de la ilustración puede haber 30 horas de trabajo».
Trabajo como profesora
Por otro lado, Rami se sincera y habla de su trabajo como maestra de primaria. «He ejercido durante ocho años como profesora y dejé la docencia para poder enseñar desde los cuentos y las ilustraciones». «Intento que mis dibujos tengan un trasfondo educativo y que transmitan emociones y valores» apostilla la ilustradora gijonesa. A su vez, destaca la importancia de ver la ilustración como «un complemento a la educación, tanto en el colegio como en las familias». En su trato más cercano con sus alumnos, Rami destaca el buen recuerdo y el contacto personal que mantiene con muchos de ellos: «Mis niños y mis niñas, que muchos ya están en la universidad, me han escrito para decirme que están orgullosos de mi trabajo».
La ilustradora abre el melón de la importancia de potenciar las capacidades del alumno, sea de la índole que sea. «Yo fui una niña de EGB y en mi época, todos los niños creativos no encajabamos en el sistema y por eso, al convertirme en maestra me encargué de que todos los niños que cayeran en mi aula desarrollasen sus aptitudes en cualquier área», señala.
Por otra parte, la dibujante es partidaria de «mostrar detalles en sus dibujos que normalicen realidades invisibilizadas». «Muchas veces dibujo a niños vestidos de color rosa, familias formadas por dos padres o niños con un implante coclear». De esta forma, la ilustradora asturiana trata de «no caer en estereotipos o clichés». Por ello, si se ven este tipo de elementos en la realidad, «no sorprenden porque ya se han visto en imágenes», apunta Rami.
Pasión por Asturias
Asturias ha jugado un papel importante en la vida profesional y personal de la ilustradora y así lo explica con emoción: «Al vivir 20 años fuera, el hecho de volver a Asturias en 2019 fue un cierre de círculo». «Yo siempre había querido dedicarme a la ilustración, pero el sistema me llevó por otro camino y no fue hasta 2019, un año antes de la pandemia, que decidí volver a casa y trabajar de lo que siempre había querido», añade la gijonesa. Por último, añade que esa situación le hace sentir «en su hogar y estar donde tenía que estar».