Algunos residentes del pueblo praviano están siendo atacados por cornejas, un ave familiar al cuervo, al estrellarse de forma violenta contra coches y fincas
29 sep 2023 . Actualizado a las 16:50 h.«Parece sacado de una película de Alfred Hitchcock». Todos los involucrados en el suceso que afecta a Peñaullán, en Pravia, coinciden en afirmar lo mismo. Hace tres meses que algunos vecinos del pueblo sufren los ataques de cornejas, un ave de plumaje negro perteneciente a la familia del cuervo. Con cierta regularidad y a la hora del amanecer, estos pájaros se dedican a estrellarse contra las ventanas de la casa de Luis Fernández y su mujer «de una forma enloquecida», hasta llegar a hacerse heridas y dejar sangre. «Hoy se agruparon 17 en la misma ventana y si no va nadie a espantarlas, se pueden echar un buen rato así», asegura el vecino.
Ocurre lo mismo a otros residentes de la misma zona a lo largo del día. Sin ninguna explicación, las cornejas se abalanzan sobre sus fincas y vehículos hasta causar daños. «Un vecino tuvo que pintar su coche por completo por la cantidad de arañazos que tenía y los trozos de pintura que faltaban», recuerda Fernández.
Cuando comenzaron los primeros ataques, el matrimonio creyó que este comportamiento podía producirse para proteger a sus crías y huevos ante la amenaza humana, pero «ya pasó la época en la que nacen las crías y siguen estrellándose igual», lamentan. La única explicación que entonces encuentran es que se trate de una forma de buscar el alimento que ven a través de las ventanas, ya que «en la vega del río, todos los frutales están llenos de plantaciones cubiertas y no quedan apenas árboles o prados en los que puedan picotear».
Trampas, globos y redes para frenar los ataques
En busca de alguna solución a la situación tan «surrealista» que están viviendo, los vecinos se pusieron en contacto con el ayuntamiento de Pravia, pero el consistorio no tenía competencias y han sido técnicos del Principado, desde Bienestar Animal, quienes han asumido la tarea de intentar frenar a las aves a través de distintos métodos.
«Primero probamos con jaulas con maíz para que picaran y encerrarlas, luego con globos grandes que las espantasen y ahora quieren traer redes para impedirles el paso», relata Fernández. El alcalde del concejo, David Álvarez, también se muestra «atónito» ante la rareza del fenómeno. «Es muy peculiar, tiene que tener alguna explicación porque se estrellan de forma muy violenta».
De momento, en ninguna de las casas afectadas han conseguido avances para frenar los ataques de estos pájaros. Los «ríos de sangre» siguen corriendo en Pravia, al estilo del cine de terror de Hitchcock en Los pájaros. Peñaullán se ha convertido oficialmente en Bodega Bay, el pueblo californiano invadido por estos intuitivos animales que retrató el cineasta.