Beatriz Rico, sobre Primo de Rivera: «Fascistas, tranquilos, no lo van a dejar en una cuneta con otros cincuenta y sin señalar»
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La exhumación del fundador de Falange del Valle de los Caídos ha provocado reacciones en todo el país
26 abr 2023 . Actualizado a las 11:17 h.No ha generado tanta expectación como la de Francisco Franco, pero la exhumación de José Antonio Primo de Rivera del Valle de los Caídos ha sido una de las noticias de la semana. En cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, las restos del fundador de Falange fueron trasladados al cementerio de San Isidro, en Madrid, donde se vivieron momentos de tensión con enfrentamientos de algunos de los participantes en el acto con la Policía.
La noticia fue muy comentada en redes sociales. Partidarios de la exhumación y seguidores del falangista se enzarzaron en un cruce de declaraciones al que también se sumaron famosos. Una de ellas fue la actriz asturiana Beatriz Rico, que en su cuenta de Twitter escribió «Señores fascistas, tranquilos, que va a estar decentemente enterrado en un cementerio público, con su lápida, su nombre, sus flores y todo. No lo van a dejar en una cuneta con otros cincuenta y sin señalar. Calma, plis».
Su comentario corrió como la pólvora por la red social, con numerosos comentarios tanto a favor como en contra.
Exhumación
Los trabajos para la exhumación de Primo de Rivera de la basílica del rebautizado Valle de Cuelgamuros se llevaron a cabo desde las seis de la mañana del pasado lunes, a puerta cerrada, y finalizaron cerca de las 13 horas, cuando el coche fúnebre salió del recinto de la abadía benedictina camino de la capital. Una vez en el cementerio, y tras su incineración, los restos fueron depositados junto a los de otros familiares, como sus hermanos Miguel y Pilar.
Previamente, en el interior de la basílica, trabajron varios operarios para levantar la gran losa que cubría la tumba y que había sido previamente cubierta por una pequeña carpa blanca. La extracción del féretro, que permanecía en el Valle de los Caídos desde hace 64 años, se llevó a cabo de manera discreta, con el templo cerrado al público, únicamente en presencia de los familiares y los operarios, según recogió Efe.