Mantener a punto las pastillas de freno de tu coche es una de las mejores medidas que puedes adoptar para asegurarte una conducción segura durante muchos años. Los frenos son uno de los elementos más importantes en la seguridad de tu coche, y están diseñados para poder responder en el menor tiempo posible a cualquier cambio inesperado en la carretera. Por eso es fundamental que adopte las medidas necesarias para garantizar que tus frenos se encuentran siempre en el mejor estado posible y responden al pedal de manera eficiente.
¿Qué pastillas elegir?
No todos los frenos son iguales, así que elegir las pastillas de freno adecuadas dependerá en buena medida del coche que tengas. Si no quieres cometer errores, siempre es mejor que dejes esto en manos de tu mecánico de confianza.
Ilustración copiada del sitio autodoc.es.
Revisa las diferentes pastillas de freno online y prepara una selección de las que más te interesan para consultarlas con tu mecánico antes de decidirte por las pastillas de freno definitivas.
Cambia tus pastillas si notas sonidos o comportamientos extraños al frenar
Uno de los momentos en los que es más necesario cambiar las pastillas de freno de un coche es siempre que notes un comportamiento extraño al frenar. Este comportamiento extraño puede consistir simplemente en un sonido chirriante al frenar, o puede ser más preocupante y manifestarse en forma de una mayor distancia de frenada o un mayor tiempo de reacción al pisar el pedal de freno. Si notas cualquiera de estos problemas en tu coche, es necesario que lo lleves a revisión y probablemente tengas que cambiar las pastillas de freno por unas nuevas.
Revisa el kilometraje para cambiar tus pastillas de freno
Si no detectas sonidos extraños ni tu coche se comporta de manera inusual al frenar, es buena idea que cambies tus pastillas de freno delanteras cada 60.000 kilómetros, y las traseras cada 120.000 kilómetros. De esta manera te asegurarás de que tus pastillas de freno se mantengan siempre en buena forma y responden adecuadamente al desgaste.
La razón por la que las pastillas de freno delanteras hay que cambiarlas con el doble de frecuencia que las pastillas de freno traseras se encuentra en el hecho de que al frenar se ven sometidas a una carga mayor. Ten en cuenta que la inercia de tu coche impulsa su peso hacia adelante siempre que realizas una frenada, de manera que las pastillas de freno de las ruedas delanteras tienen que asumir una carga superior hasta lograr detener por completo el vehículo. Por eso es fundamental que las cambies con mayor frecuencia para evitarte disgustos.