La mujer del príncipe Alberto pudo reunirse este lunes en palacio con su marido y sus dos hijos tras una larga convalecencia en Sudáfrica
09 nov 2021 . Actualizado a las 10:19 h.Después de muchos meses apartada de su familia en Sudáfrica, la princesa Charlene de Mónaco se encuentra desde este lunes de vuelta en el Principado. La exnadadora ha podido reencontrarse con su marido y sus dos hijos tras haber permanecido durante seis meses en su país de origen por complicaciones sufridas como consecuencia de una infección otorrinolaringológica contraída en mayo y que le impedía volar en avión para tomar el vuelo de regreso. De acuerdo con las explicaciones oficiales ofrecidas por el principado, sus tímpanos no podían aguantar la presión de la altura.
El Palacio monegasco colgó este lunes en Instagram diversas fotografías del reencuentro con el príncipe Alberto II y con sus dos hijos, los mellizos Jaime y Gabriela, un momento que, según ese mensaje, estuvo lleno de «alegría y emoción».
El diario local Nice Matin precisó que Charlene aterrizó en Niza y desde allí se dirigió a Mónaco, donde su familia la esperó con un ramo de flores en el helipuerto. Según ese periódico, los cuatro no estaban juntos desde el pasado mes de agosto.
La larga ausencia desató insistentes rumores de separación del matrimonio, alimentados por algunos miembros próximos a la familia y contrarios a Charlene. En todo ese tiempo, la madre de los herederos al trono monegasco se refugió en su fe religiosa.
La princesa llegó de Sudáfrica con una nueva imagen, mucho más delgada, con el pelo más oscuro y ligeramente más largo que la última vez que se la pudo ver en Europa. Llevaba un vestido midi de punto en color arena, un amplio abrigo negro y unas botas planas en el mismo color. También volvió acompañada de un nuevo perro, un Rhodesian Ridgeback, que aparece en una de esas imágenes. Nice Matin apunta que se llama Khan y destaca que lo recibió como regalo después de la muerte de su chihuahua en octubre.
Charlene, de 43 años y antigua nadadora olímpica, cayó enferma en Sudáfrica, su país natal, en un viaje oficial efectuado en mayo y centrado en la conservación de la fauna salvaje y en la lucha contra la caza furtiva. Desde entonces ha tenido que ser sometida a al menos tres operaciones, alguna de ellas bajo anestesia general.
En su décimo aniversario de boda, el pasado mes julio, todavía estaba convaleciente. «Este año será el primero que no estaré con mi marido en nuestro aniversario en julio, lo que es difícil y me entristece», lamentaba ella en un comunicado en junio, según el cual las conversaciones diarias con su familia la estaban ayudando mucho a mantener el ánimo.
A principios de septiembre tuvo que ser ingresada en un hospital de Durban por una nueva emergencia médica.
El príncipe Alberto anunció hace tan solo unos días que el regreso de Charlene a casa era inminente y que su esposa estaría a su lado antes de la fiesta nacional de Mónaco. Esta celebración tendrá lugar el próximo 19 de noviembre y permitirá previsiblemente a Charlene retomar su agenda institucional.