El chef asturiano protagoniza el programa del aventurero leonés rodado en Puerto Rico, en el que muestra su faceta más solidario y bromista
20 feb 2020 . Actualizado a las 19:45 h.Buceó, caminó, descendió barrancos, rapeló y, sobre todo, habló. El chef de origen asturiano José Andrés, que se ha convertido en una auténtica personalidad en Estados Unidos, ha sido el último protagonista del programa Planeta Calleja, presentado por el leonés Jesús Calleja. Ambos han pasado juntos unos días en Puerto Rico, que ha encontrado en el empresario hostelero a un auténtico mecenas, enganchado al país desde que aterrizó allí tres días después de que el huracán María lo arrasara. Su faceta más solidaria ha ocupado gran parte del programa, al igual que su ya conocido enfrentamiento a Donald Trump y sus opiniones sobre la crisis política en Cataluña. «Crecí allí y quiero mucho a Cataluña. Quiero que su gente sea feliz y quiero una Cataluña dentro de España... Entiendo que exista gente que no quiera ser española y lo respeto, pero ellos también tienen que respetar que gente como yo y muchos otros quieran seguir siendo parte de España», ha indicado. Estas frases han conseguido un gran eco en redes sociales.
El programa ha tenido momentos divertidos y momentos con cierta tensión, como le gusta generar a Calleja. Esto ha sucedido cuando José Andrés se ha quedado sin oxígeno en las botellas mientras estaban buceando. El presentador leonés que lo acompañaba ha estado siempre pendiente. Ha explicado que cumplieron con todo el protocolo y que no se han dejado dominar por el pánico. Así que todo quedó reducido a un mero susto.
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Las partes más divertidas del programa han llegado de la mano del sobrepeso del chef, de su voraz apetito y de su dudoso estado de forma. La cámara les ha enfocado caminando hacia un pico de Puerto Rico al que iban a ascender. Jesús Calleja ha bromeado sobre si podrían coronar y el asturiano le ha respondido que era muy sencillo. Así que el presentador ha insinuado que le parecía «un poco bocas» y el chef ha señalado que su «sobrepeso» no es ningún hándicap, porque está en forma. La piquilla ha continuado. Calleja le ha insinuado que se pasa el día picando y el asturiano ha respondido que «esa es la forma correcta de comer». Ha zanjado la conversación, que iba por un derrotero que no le ha gustado demasiado, al recordar que Planeta Calleja es un programa de aventuras y no para criticar.
También se han subido a un barco y han nadado en medio de la oscuridad. Aunque el aventurero ha tratado de atemorizarle, sus comentarios no han surtido efecto. «Parece una noche de Halloween», ha bromado José Andrés, que ha asegurado que no se hunde en el mar ni aunque lo intente.
Juntos también se han adentrado por el paisaje tropical de Puerto Rico. Han caminado en mitad de aguas llenas de barro y han rapelado por sus barrancos. De hecho, el presentador ha dado multitud de instrucciones al cocinero para adoptar todas las medidas de seguridad y evitar riesgos. Sin embargo, mientras cruzaban un río, el que se ha resbalado y se ha dado un rodillazo ha sido Calleja, mientras el cocinero, muy seguro, caminaba por un lateral, bien apoyado. «Calleja 1-José Andrés 0», ha ironizado el asturiano.
Al margen de la propia aventura, han visto la labor social que la fundación de José Andrés -World Central Kitchen- ha realizado en el país. Llegó con dos amigos a los tres días de haber pasado el huracán María. Juntos empezaron cocinando mil raciones diarias. Esa ayuda improvisada se ha convertido en algo gigantesco. De 1.000 comidas diarias pasaron a 150.000. En total, llegaron a servir más de cuatro millones. Pasaron de ser esos tres soñadores a 25.000 voluntarios. Y de tener una cocina improvisada, a 26 bien montadas.
Ese es uno de sus grandes avales, uno de los motivos de orgullo del asturiano, muy querido por el público norteamericano. No tienen ningún empacho en contar cómo llegó a Estados Unidos y cuándo comenzó a ganar protagonismo. Así que ahora tampoco ha tenido problema en hablar de su enfrentamiento con Trump, que incluso ha llegado a los juzgados. «Íbamos a ser socios, pero no me gustó su forma de hablar de los inmigrantes. Yo quería hacer un restaurante de éxito en un hotel que él tenía alquilado al Gobierno los Estados Unidos. Pero en el momento en que él pasa los límites de lo que yo considero lógico con los inmigrantes decido romper el contrato», ha comentado. «Él me demandó por nueve millones de dólares por incumplir el contrato, pero yo, más humildemente, le demandé por ocho millones, por los gastos generados en el desarrollo del restaurante. Dos años después, nuestros abogados llegaron a un acuerdo por detrás. No sé más», ha explicado. Su enfrentamiento sigue ahora en redes sociales y en los medios de comunicación.
No es el primer asturiano que acude al programa. Jesús Calleja presume de ser amigo de Fernando Alonso. Juntos hicieron un Planeta Calleja y, desde entonces, han compartido más momentos de ocio, desde salir en bici por la montaña a entrenar para el Dakar, en mitad del desierto. La Navidad pasada, volvieron a casa por Navidad y decidieron hacer una quedada en bicicleta, en la que el presentador tuvo un pequeño percance.
Mientras pedaleaban haciendo una ruta por la zona del pantano de Casares y Geras en León, Calleja tuvo un percance con su bicicleta, que fue grabado rápidamente por Alonso, para mostrárselo a sus seguidores entre risas en Instagram. «Jesús, ¿qué pasó? ¿Te perdiste?», bromeaba el asturiano mientras la cámara de su móvil enfocaba al presentador, que afirmaba que se había colado. «Ya sabes que cuando te pongo la rueda detrás te entra la presión», decía el leonés. Más adelante, la bicicleta de Calleja tuvo que ser reparada por sus otros compañeros de ruta. «Al menos grábame en horizontal para que lo pueda editar», le espetaba al excampeón de Fórmula 1 que no perdía detalle, aunque al final todo quedó en una anécdota.