El secreto del cabello de Donald Trump, ¿un trasplante capilar?

La Voz

VIRAL

Su cabello, su consistencia, su color y la extraña forma en la que corona su cabeza ha sido motivo de teorías, conspiraciones y, por supuesto, bromas de toda índole

20 dic 2019 . Actualizado a las 12:26 h.

Presidentes, mandatarios y demás personalidades de las altas esferas políticas permanecen en el punto de mira de la opinión pública después, incluso, del fin de sus funciones. Pero, además de sus tropiezos “profesionales”, los aspectos de la vida privada también se convierten en temas de interés y en motivo de comentarios y críticas.

Basta con decir un nombre, Donald Trump, para probar esta teoría. Desde su llegada a la Casa Blanca en 2017, el actual presidente de los Estados Unidos se ha levantado todas las mañanas con, al menos, un titular en medios de comunicación con su sello. Y no precisamente por su gestión del país (aunque también). Sus salidas de tono y sus peculiaridades no han dejado indiferente a nadie y, aún hoy, las investigaciones en torno a su persona siguen sin resolver.

Su cabello, su consistencia, su color y la extraña forma en la que corona su cabeza ha sido motivo de teorías, conspiraciones y, por supuesto, bromas de toda índole. Pero ¿qué hay realmente detrás de la melena de Donald Trump? ¿Es una peluca o se ha sometido el presidente de los EEUU a un trasplante capilar?

La única explicación posible para el cabello “real” de Donald Trump

El actual presidente de los Estados Unidos nunca ha tenido problema a la hora de hablar de la apariencia de otros personajes públicos. Pero al ser preguntado por su actual cabello, a Trump se le escapa la risa y asegura: “Mi cabello es real”. Aunque así lo ha intentado demostrar en diversas apariciones mediáticas, las dudas sobre si se trata de un postizo o si se ha sometido a alguna especie de tratamiento se mantienen.

En este caso, lo mejor es consultar la opinión y el análisis objetivo de profesionales. Y, con tal fin, hemos hablado con los especialistas en trasplante capilar de Clinicana, uno de los afamados centros que ha permitido convertir Turquía en la capital mundial de las intervenciones de injerto de cabello de calidad. Tras un análisis exhaustivo de diferentes imágenes recientes, los médicos de la clínica ubicada en Estambul aseguran que no hay indicios que demuestren que Donald Trump se haya sometido a un tratamiento capilar de estas características.

La explicación es sencilla: el patrón de crecimiento y la ubicación de la línea del cabello del presidente norteamericano no se corresponde con los que normalmente se obtienen después de un trasplante. Además, su cabellera es densa en la parte frontal y aparentemente muy resistente, aunque su color y consistencia sí dejen entrever la raíz de los mechones.

Pero, si Donald Trump no se ha sometido a un trasplante de cabello, ¿por qué tiene una apariencia tan peculiar y poco creíble? Según alguno de los miembros de su propio equipo médico, por los efectos secundarios del consumo de Finasteride. Este es uno de los medicamentos legalmente aprobados por la FDA (Food and Drugs Administration, la agencia norteamericana responsable de la regulación de alimentos y medicamentos) para la prevención y tratamiento de pérdida de cabello. Pero Trump lo utiliza para controlar y reducir los marcadores de cáncer de próstata. Dos ganancias por el precio de una sola medicina.

Más allá de todos los chismes y burlas que se puedan leer en internet, esta explicación del uso de Finasteride parece desterrar, para siempre, la posibilidad del trasplante de cabello como verdadero origen de la melena de Donald Trump.