Asturias le roba el corazón a «National Geographic»

Carla Vega REDACCIÓN

VIRAL

Taramundi
Taramundi Pablo López / Turismo de Asturias

La prestigiosa revista dedica un extenso artículo en su versión internacional al Principado, y además lo recomienda como uno de los mejores destinos que visitar en 2020

14 dic 2019 . Actualizado a las 12:49 h.

Ya el pasado mes de noviembre Asturias aparecía en el mapa gracias a la versión internacional de la revista National Geographic. ¿El motivo? El medio destacaba el Principado como uno de los 25 mejores destinos para viajar en este próximo 2020. Parece que incluso los propios periodistas de la NatGEO (abreviación de National Geographic) se han quedado prendados de nuestra comunidad autónoma. Tanto es así, que uno de ellos ha pasado unos días en el Principado, y ha escrito un artículo en el que define Asturias como «el secreto mejor guardado de España».

Bruce Schoenfeld ha sido el afortunado que ha recorrido de cabo a rabo el Principado para posteriormente contarle al mundo qué es lo que ha visto aquí. Presenta la región como un lugar alejado de Madrid y Barcelona, las principales ciudades españolas, pero asegura que «atrae con hermosos paisajes y una cocina de clase mundial». Schoenfeld nos cuenta la historia de Jose Antelo, controlador aéreo en Barcelona, y de su hermano, que trabaja como juez en el Tribunal Superior en Madrid. Destaca que ambos viven en ciudades en las que, día tras día, podrían disfrutar de restaurantes maravillosos, pero tres o cuatro veces al año acuden a Asturias para disfrutar de buenas y copiosas comidas. De esta forma, el periodista estadounidense realza el prestigio de la cocina asturiana, y la utiliza como hilo conductor de su historia.

Aun así, el reportero no se centra tan solo en nuestra gastronomía. Antelo le había dicho que Asturias «es como un país entero», un lugar en el que mar y montaña se unen. Para tratar de trasladar esta sensación a sus lectores, Schoenfeld explica cómo se ha sentido en un lapso temporal de apenas unas horas, cuando está a punto de regresar a su hotel en Gijón, tras haber cenado en Arriondas. «Cuando miro alrededor y veo donde estoy, y recuerdo el pueblo de montaña que acabo de dejar (La Salgar), la descripción de José Antelo da en el blanco. Asturias es como un país entero».

Causa gracia como el propio periodista describe su llegada a Asturias, cuya definición recuerda al chascarrillo que muchos utilizan cuando se refieren a las sensaciones que provocan la llegada al Principado en coche, cruzando el túnel del Negrón. «Cuando llegué a la autopista A-66, la meseta a mi alrededor había estado plana y marrón durante horas. En el extremo norte de la provincia de León, entré en el túnel de Negrón y emergí en otro lugar, una tierra propia. La carretera se curvaba a través de un valle bordeado de pinos altos, pasando por formaciones de rocas bulbosas en la cima de pendientes vertiginosas. Vi casas con ventanales en voladizo sobre calles empedradas, y antiguos graneros encaramados sobre pilotes. A veces, lo que estaba viendo se parecía más a Irlanda que a España», explica Schoenfeld.

En el artículo también habla de las dos principales ciudades asturianas, Oviedo y Gijón, destacando las principales propiedades de ambas. Asegura que cada una de ellas tiene una escena social propia, incluso definiendo a sus habitantes con precisión. «Oviedo, como muchas ciudades del interior, tiende a ser conservadora, abiertamente educada y socialmente inaccesible. Gijón es una ciudad portuaria, de clase trabajadora abierta al mar y a nuevas ideas», explica. De la capital, primera ciudad que visitó, destaca que alberga algunas de las mejores arquitecturas prerrománicas del mundo, definiendo su visita a Santa María del Naranco. También las esculturas que se encontró «casi en cada esquina».

Destaca también, como no podía ser de otra forma, el auge del turismo en las últimas décadas en el Principado, y lo que ha significado para la región. Pero Schoenfeld recuerda que esto «no ha cambiado la naturaleza del lugar». De hecho, el estadounidense no se ciñe tan solo a las ciudades, sino que habla de otros muchos lugares «desconocidos» para el turista, como Ribadesella, las cuevas de Tito Bustillo, Cangas de Onís, Covadonga o los Picos de Europa. En cada rincón, descubre una belleza extraordinaria que, sin duda, le ha robado el corazón. Y no es una suposición, sino una realidad, ya que Bruce Schoenfeld termina su artículo, y su visita, con las siguientes frases. «Nunca he estado en un lugar como este. No me quiero ir». Parece que Asturias ha vuelto a hacer de las suyas, y ha conquistado un corazón más.