El concursante afincado en Llanes cocinó junto a su jurado favorito creando un plato que dejó alucinado a todo el plató
01 may 2019 . Actualizado a las 12:26 h.El equipo de MasterChef (jurado incluido) volvió a demostrar que es uno de los realitys más intensos de la televisión. Los sentimientos estuvieron a flor de piel en un programa cargado de sonrisas y lágrimas, de delantales negros, de nueces y de mucho sabor, que diría Samanta. La alegría, como ya empieza a ser costumbre, corrió a cargo de Josecho. El madrileño afincado en Llanes demostró su afinidad con Pepe, algo que ya se venía intuyendo desde los primeros programas, pero que se constató con un dúo culinario por parte de ambos cocinando en la primera prueba. Este tándem perfecto alzó al veterano del grupo a ganar la capitanía y los privilegios que cada semana tiene el ganador. Eso sí, si Josecho puso la risa, otros concursantes el llanto, entre ellos Marcos, que tuvo un momento de bajón acordándose de la familia y Alicia, que decepcionó una y otra vez al jurado.
La nuez como protagonista
Los aspirantes levantaron la ya típica caja misteriosa para encontrarse, ante su sorpresa, con un cargamento de nueces. Este alimento era el protagonista indiscutible de la prueba centrando las elaboraciones de los concursantes en ella. Un protagonismo que quedó ligeramente empañado por la presencia de Boris Izaguirre, exconcursante de MasterChef Celebrity, y Daniel, también exconcursante de la edición 6. El desafío consistía en cocinar por parejas un plato que llevase el sabor del fruto seco por bandera. En seguida los participantes se pusieron con la persona más afín o la que consideraban que era la mejor cocinando, quedándose Josecho y Teresa con unas parejas de lujo. La gallega cocinó con Dani, una jugada que no le salió muy bien ya que Natalia, aún tenía un privilegio acumulado del programa anterior que consistía en elegir si la elaboración sería dulce o salada. La asturiana escogió el dulce para desgracia de Daniel, que no es muy hábil con los postres.
Sin embargo, Josecho brilló junto a su acompañante, el jurado Pepe, demostrando una afinidad imparable que dio a los televidentes momentos entrañables y al madrileño el honor de haber cocinado el mejor plato de la prueba. El jurado, compuesto también por Izaguirre debido a la presencia de Pepe en los fogones alabó la creación de lo que categorizaron como el «tándem perfecto». Y es que ambos tienen unas personalidades similares que convierten su complicidad en una fuente de alegría y saber hacer.
No corrieron la misma suerte Alicia y Lali, que decepcionaron a el jurado hasta tal punto que se llevaron los delantales negros antes de realizar la prueba por equipos.
Prueba por equipos
Los concursantes viajaron a Toledo, provincia de Pepe que se mostraba tan orgulloso de su tierra que incluso diseñó el menú que debían cocinar. Josecho aprovechó sus ventajas para escoger los platos que quería que su equipo elaborase, así como sus integrantes y el capitán del equipo rival. La primera mencionada fue «su asturiana» Natalia, a la que guarda un cariño especial y que siempre que puede elige para trabajar codo con codo. También escogió a Alicia, pero como contrincante utilizando la estrategia de que es a la que ven más débil y que ya venía pesimista de la prueba anterior. Unas ventajas que sin duda supo utilizar ya que el equipo del veterano ganó la prueba y el jurado alabó las dotes de líder del madrileño.
Prueba de eliminación
La tensión podía cortarse con un cuchillo en el plató de MasterChef en una prueba que concentraba rapidez y capacidad para saber freír correctamente cuatro platos eligiendo su correspondiente aceite. Una competición que pudo con Alicia y Marcos haciendo que ambos rompiesen a llorar. Pero que finalmente llevó a la medio italiana a abandonar su delantal para alegría de Josecho, que confesó desde la galería y gracias también a los cotilleos de Valentín, que nunca había sido santo de su devoción.