Así ha sido la cita entre el «chico del palillo en el DNI» y una langreana en «First Dates»
27 feb 2019 . Actualizado a las 10:20 h.Sergio Álvarez, más conocido como «el chico del palillo» saltó a la fama española por una apuesta con su hermano y su tío. Su propio mote indica su hazaña, salir con un palillo en la boca en el DNI, lo que se hizo viral en todas las redes sociales. Esta semana, aprovechando su tirón mediático, visitó First Dates, el programa de citas de Cuatro presentado por Carlos Sobera para encontrar el amor. Allí se topó con la langreana Itziar Iglesias, por la que el leonés hubiera estado dispuesto a renunciar a su marca personal, su mondadientes. Pero ni con ese esfuerzo logró conquistar el corazón de la asturiana, a pesar de dejar en el recuerdo del espectador una de los encuentros más memorables.
Itziar entraba en el plató-restaurante pisando fuerte cuando fue recibida por una de las camareras, Lidia Torrent, la cual le enseñó el DNI más famoso de la historia de España. Se trataba del documento de identidad del leonés Sergio Álvarez, el único ciudadano que ha logrado salir en la foto con un palillo en la boca. Pero la asturiana no se dejó sorprender, ni siquiera cuando la sentaron a cenar con su cita, el cual alardeó de su popularidad: «Como siempre ando con el palillo, mi tío y mi hermano me dijeron que no había huevos a salir en el DNI con él. Lo hice y lo subí a Facebook y se fue haciendo viral. El Diario de León me hizo una entrevista y ya acabé saliendo en las teles y en todos los periódicos de España».
Sergio afirmó que nunca se quita el mondadientes de la boca, solo para besarse, aunque para dar dos besos no: «Alguna vez he picado a la chica». Iglesias ni se inmutó cortando la conversación con una frase lapidatoria: «Bueno, normal, es una cosa que no se ve». Incluso confesó a cámara que Pana, que así es como llama a Sergio su círculo más cercano por su antigua profesión de panadero, le parecía «un poco de pueblo». El encuentro ya había comenzado con mal pie y no fue mejorando. Ambos hablaron de sus aficiones, las de la asturiana de 19 años, estudiante de bachiler: los tatuajes, Harry Potter, los viedojuegos y los animales, queriendo ser bióloga en un futuro. «Yo soy muy zoquete, no sé qué es casi ni cada palabra» admitía el leonés, de 25 años, pintor de coches en un taller ante la respuesta de su compañera, de la que también habló de su tatuaje en el escote: «Está hecho para que le miren, solo le falta poner una flecha». Él, sin embargo, también tiene su pasión tatuada en el pecho en forma de escudo, más concretamente el del Real Madrid.
A pesar de que Pana buscaba una chica divertida y con un punto de locura, requisitos que cumplía la joven que incluso invitó a su pueblo: «Yo soy muy simple en mi vida en general. Aunque soy celoso». Ella admitió que no tenían nada en común: «parece que nos colocaron así queriendo». Por lo que la cita acabó como era de esperar, con cada mochuelo en su olivo. Eso sí, Sergio Álvarez no tira la toalla en la búsqueda del amor: «Si hay alguna otra moza que quiera conocerme y que no le importe que tenga un palillo en la boca»