La cantante no superó la prueba de los asaltos aunque demostró su calidad como artista
26 feb 2019 . Actualizado a las 10:42 h.Laura González, la avilesina amante del rock and roll, dejó en su primera aparición en La Voz a los jueces ensimismados moviendo su pelo rizado al ritmo de Whole Lotta Love de Led Zeppelin. Su interpretación le valió para dejar a un Luis Fonsi completamente enamorado, eligiéndola para su equipo y queriendo llevarla al estrellato. Pero la exigencia y dificultad del concurso, que le ha servido para coger tablas en el escenario y demostrar su calidad como artista, no permitieron a Law, tal y como la llamaban en el reallity, superar la prueba de asalto que se realizó la pasada noche. Esta vez, una impecable interpretación de Nothing else matters de Metallica puso el broche de oro a la despedida de la asturiana.
Esta avilesina de 26 años, amante del rock and roll, del que afirmaba que es un género «que no va a morir nunca», se subió por primera vez a un escenario en un festival en su ciudad natal. En ese momento tuvo claro que quería ser cantante. Así que se presentó a la audiciones a ciegas del concurso pretendiendo desmelenarse y coger tablas para alcanzar su sueño y así lo hizo, dejando a Luis Fonsi, su coach, alucinado. El puertoriqueño trabajó con ella mano a mano para solventar todos los problemas e inseguridades que tenía la talent, que afirmaba sentirse muy tranquila porque Luis Fonsi le decía lo que ella necesita escuchar.
Pero a pesar de hacer una gran actuación interpretando un vez más un clásico del heavy como Metallica y su himno Nothing else matters, González no consiguió pasar a la siguiente fase y tendrá que volverse a Asturias a ver qué nueva dirección toma su carrera. Mientras tanto seguirá derribando barreras con su fuerza, que derrocha en el escenario: «El rock está encasillado en el hombre, y solo es cuestión de sentirlo y transmitirlo».
