El presentador se ha trasladado con su programa «Volando Voy» para reconstruir el Camín Real del Sellón
31 oct 2018 . Actualizado a las 09:51 h.Volando voy es un programa que ha alcanzado gran popularidad y que se emite cada domingo, a las 21:30, en Cuatro de Mediaset España. Su presentador, Jesús Calleja es un personaje conocido, además de por sus logros como montañero y aventurero (ascendió al Everest y a las Siete Cumbres, las más altas de cada continente), por ser piloto de avioneta. El presentador sobrevuela los paisajes de nuestra península concienciando en cada programa a su público sobre la naturaleza.
Este domingo le ha tocado a Asturias y su espectacular paisaje del Parque Natural de Redes, para gracia de Calleja, pues es una de las mejores vistas aéreas de la nueva temporada de Volando voy. El problema, es que también es una de las zonas donde se producen mayores desprendimientos de rocas, se calcula que unos 200 al año. A veces, estos desprendimientos hacen que los pueblos queden aislados pues sus carreteras se colapsan. Uno de estos ejemplos es lo que ocurrió en marzo de este año en una de las vías de comunicación principales entre el Concejo de Caso y el de Sobrescopio, que dejó incomunicados durante más de un mes a los vecinos de la zona. Es por esta razón que el presentador se ha propuesto, con la ayuda de los vecinos de la zona recuperar el Camín Real del Sellón, un antiguo camino real que une Belerda y Campo de Caso. Aunque no hay nada inventado, esta práctica es una antigua tradición conocida como la sestaferia, y consiste en reunir a toda la gente del pueblo durante un día a la semana para hacer mejoras en espacios de uso común.
Para esta misión Calleja ha ido hablando y conociendo a algunos vecinos, metiéndose en sus casas y escuchando sus historias. Una de las más emotivas y que hicieron al presentador emocionarse es la de Marigel y su marido, hijos de emigrantes, nacidos en Alemania. Esta pareja una vez que se dio el sí quiero, decidió trasladarse a Asturias, emprendiendo unos negocios en común con toda su ilusión. Querían montar un hotel y una quesería, pero antes de poder acabar el proyecto el marido de Marigel falleció. «Soy una mujer feliz con todo lo que tengo, pero siempre está esa ausencia», explicaba esta mujer emprendedora, que mostró verdadero interés por ayudar al aventurero en el arreglo del Camín Real.
El siguiente vecino que conocería sería José, no sin antes tener algún que otro percance en su camino por el pueblo. El coche del equipo de Volando voy se quedó atrapado en el barro, y de no ser por unos arbustos que sujetaron el vehículo podrían haberse caído por un acantilado. Menos mal que todo quedó en un susto y pudieron continuar su camino una vez sacadas las ruedas del fango. La historia de José, también es digna de mención por su ejemplo de superación. El vecino construyó una cabaña de la nada en un valle de Redes donde grabó el documental 100 días de soledad, que narra su aventura de aislamiento durante tres meses donde cuenta que buscaba la paz y sobretodo honraba el recuerdo de su hermano, quién fue el que le animó a emprender esa aventura antes de morir de cáncer a los 30 años. «Hablé mucho con el caballo y me comunicaba con mi familia por cartas», contaba José.
Aunque sin duda su encuentro más gracioso será con Enedina, una anciana de 90 años que había sido ganadera. Calleja le pidió que le hiciera uno de sus famosos potajes pero la vecina se cerró en banda, «no cocino para forasteros» le espetó. Entre otras muchas perlas, como que se negaba a montar en helicóptero, «no quiero helicópteros, he visto todo ya. Vete a buscar a otra abuela del pueblo» afirmaba Enedina ante la perpleja mirada del montañista. Así que, como la anciana no quiso montar en helicóptero el presentador llevó en su viaje por las alturas a Marigel y Héctor, un padre de familia con cinco hijos que también construyó una cabaña en el parque, del que se enamoró tras recorrer a caballo buena parte del norte de España. Por último, para saber más sobre los derrumbamientos o argayos, entrevistó a José Antonio Sáez de Santamaría, presidente del Ilustre Colegio de Geólogos de Asturias y a Miguel Ángel Fernández, alcalde de Campo de Caso. Ambos, junto a los demás vecinos del pueblo se sumaron a la sextaferia, reconstruyendo el Camín Real del Sellón con la piedra que se había caído en el último desprendimiento y lo celebraron de la mejor y más asturiana manera posible, con una buena fartura.
