«Las 4 claves de la salvadora victoria del Sporting y del aprobado a Garitano por su plan sencillo, pero eficiente»

Dani Souto

SPORTING 1905

Asier Garitano
Asier Garitano LaLiga

Texto de análisis

12 may 2025 . Actualizado a las 11:00 h.

De más a menos, pero el Real Sporting de Gijón cumplió, consiguió lo verdaderamente relevante, más si cabe en este punto de la temporada, la victoria, y se acercó a una permanencia que ya roza con la yema de los dedos. Un premio menor en esta categoría, pero ese ya es otro tema. Los de Asier Garitano cimentaron el triunfo en una buena primera mitad, con efectividad y amenaza en sus ataques, y una versión defensiva con luces, mientras hubo gasolina, y sombras según se acercaba a su área. Analizamos en base a 4 claves tácticas destacadas el desempeño de los rojiblancos:

Las transiciones como única (gran) vía para dañar

En líneas generales el Sporting amasó poco la posesión del cuero en el grueso del partido, por lo que en fase ofensiva no hay gran variedad de cosas que rescatar. Por contra, en lo que sí mostraron una gran cara fue a la hora de ejecutar las transiciones ofensivas, con la voluntad de salir con verticalidad y decisión, orquestando las contras por dentro y con un reparto inteligente de los espacios para poder generar ventajas. A pesar de contabilizar el grueso de las recuperaciones en campo propio, la facilidad con la que el Sporting trazaba el pase vertical buscando a Gelabert, principal conductor de las contras, o bien el envío más directo hacia un Otero muy atinado en las recepciones y descargas, los rojiblancos dibujaron numerosas contras que seguían al dedillo lo que marca el manual. Así llegaron los dos goles, con patrones muy similares, y las múltiples llegadas con peligro que se dieron durante el partido. Sería lo único rescatable con balón, pero con muy buena nota.

Toma de decisión y ejecución en metros finales

Si los contragolpes bien ejecutados permitieron al Sporting sumar y generar varias ocasiones de gol, fue algo más individual, aunque en varios jugadores, lo que impidió que el equipo sacara mayor rédito de esas situaciones de peligro originadas. La elección del pase hacia el compañero en mayor ventaja, la gestión individual de situaciones de área para buscar la definición habiendo mejores alternativas o el último gesto a la hora de dar la asistencia o finalizar las jugadas... Diversas cuestiones que estuvieron lejos de ser óptimas cuando más tocaba ser resolutivo. Eso alejó al equipo de una efectividad acorde a la generación de buenas situaciones de peligro, ganándole los espacios al rival, impidiendo tener un desarrollo del encuentro todavía más tranquilo desde el marcador.

Líneas juntas en fase de repliegue y superioridad en la primera línea

Centrados en el juego sin balón, que supuso el grueso del tiempo para el Sporting, el plan de Garitano pasó por cubrirse en la zona interior, por donde los extremos del Deportivo trataban de hacer más daño. Desde un bloque medio que no tenía escrúpulos para ir retrocediendo metros hasta plantarse a un par de zancadas de la frontal del área, los rojiblancos mostraron una coordinación adecuada para juntar mucho sus líneas, siendo un bloque muy compacto, que obligaba al cuadro gallego a tener muchos jugadores a la altura o por detrás de la línea de balón, lo que hacía que los locales tuvieran una superioridad constante (4vs2) en su primera línea defensiva. A los de Gilsanz les costaba mucho poder progresar ante la dificultad de encontrar espacios entre las líneas, sin opción al pase vertical, con ayudas muy próximas para encimar cualquier control de espaldas a portería. Unas coberturas que se reproducían también por fuera, con el trabajo de los extremos, Serrano y Gaspar, aplicados en funciones defensivas. Un plan que funcionó mayormente bien, sobre todo en el primer tiempo, pero al que se le empezaron a ver las costuras con el paso del tiempo, según iban faltando las fuerzas y la energía necesaria para llegar a tiempo a las ayudas y basculaciones. Algo que no encontró solución.

Falta de activación y de contundencia en la defensa del área

A pesar de que el Deportivo no era capaz de sacar el rédito que se esperaba a la propensión del bloque sportinguista de hundirse contra su propia área, con unos centros laterales que prácticamente hasta la segunda mitad no pusieron en compromisos a la zaga local, los rojiblancos mostraron dificultades preocupantes a la hora de defender próximos a la meta de Yáñez. Algunos despejes errados, demasiado cortos, avisaban de un partido que se atragantaría en área propia, con una falta de contundencia total que dio pie a varias segundas acciones en una zona que exige una mayor rotundidad o contando varias pérdidas evitables en zonas sensibles. A esto cabe sumar, más en el plano individual, la falta de activación en algunas jugadas concretas, perdiendo la marca en algunos centros o no siguiendo la acción con la concentración y compromiso necesarios. A pesar de que el Deportivo no estuvo fino en la finalización, restando sensación de peligro, lo cierto es que los gallegos generaron suficientes situaciones propicias de remate que señalaron a un Sporting especialmente vulnerable en su área.

Los cambios

Diego Sánchez y Pablo García por Cote y Gaspar. Refuerzo del sector izquierdo de la defensa con un doble lateral que en ocasiones, ya en los últimos minutos, propició el formar una línea de 5 atrás para defender algunas situaciones de área. Un costado por el que el Deportivo comenzó a generar problemas en el segundo tiempo, desde donde minutos antes había llegado el centro del gol visitante.

Nacho Martín y Queipo por Gelabert y Serrano. Nuevamente, Garitano introdujo un perfil de mayor contención por dentro y refrescó el otro costado para tener piernas frescas tanto para las contras como especialmente a la hora de ofrecer ayudas defensivas.

Kevin Vázquez por Guille Rosas. Cambio en los últimos minutos sin apenas tiempo para incidir, hombre por hombre.

Nota a Garitano y al resto del cuerpo técnico

Suficiente. El plan de inicio dibujado por el Sporting fue sencillo a la par que eficiente. Mientras duró la energía, la defensa en bloque medio-bajo de los rojiblancos resultó, con un equipo compacto y un buen sistema de ayudas, y sobre todo fue muy peligroso y dañino saliendo a la contra con verticalidad e inteligencia. Sin embargo, ya en el segundo tiempo, al equipo le faltó piernas para seguir ejecutando el plan. El técnico acusó esto tras el partido, con la fatiga temprana y los riesgos a tomar con los cambios con muchos minutos por delante. Se gestionó como se pudo desde el banquillo, mientras que sobre el campo se vio a un Sporting más vulnerable de lo que supo aprovechar el Deportivo. El resultado se sacó adelante, pero la gestión del segundo tiempo erosionó lo que se había hecho bien en el primero. Eso sí, con un mayor índice de acierto local, la empresa podría haber sido más tranquila.