Las 4 claves del empate de un Sporting «desnaturalizado» y el suspenso a Albés en Albacete

Dani Souto

SPORTING 1905

Rubén Albés
Rubén Albés LaLiga

Texto de análisis

28 oct 2024 . Actualizado a las 23:12 h.

El Real Sporting de Gijón salió del Carlos Belmonte con un punto en su bolsillo, sin saber muy bien si era premio o castigo. Cual luchador que acaba de enfrentarse a Ilia Topuria, sin ser del todo consciente de lo que acababa de ocurrir. El partido, más allá del golpe que suponía cada uno de los 6 goles, concentrados en los primeros y últimos minutos de cada parte, fue un carrusel de emociones que dibujó una imagen muy poco convincente de los de Rubén Albés a la hora de gestionar un resultado a favor. Y no es la primera vez. Analizamos a partir de 4 claves tácticas destacadas los motivos del empate rojiblanco:

Arreón de inicio con efectividad (casi) total

El comienzo de partido fue prácticamente inmejorable para el Sporting. Sin que los equipos terminaran de asentarse en esos minutos iniciales habitualmente de tanteo, en los que se van dibujando las propuestas de uno y otro y en algunos casos hasta su dibujo táctico, los de Rubén Albés ya se habían adelantado y por dos ocasiones en el marcador en un abrir y cerrar de ojos. El Sporting salió como acostumbra, con el bloque alto, queriendo llegar rápido al último tercio de campo y cargando área rival con varios efectivos. Sin capacidad para medir en ese momento el punto de su plan, los rojiblancos hicieron gala de una efectividad total, haciendo bueno uno de los primeros centros al área y una falta directa a varios metros de la frontal. Una renta que pudo ser mayor en el minuto 17, con la única 'marrada' por los asturianos en un remate de cabeza de Maras, otra vez en una acción de estrategia, que Lizoain salvó sobre la línea. Nunca hacer goles a favor supone una mala noticia, pero a partir de este momento de inspiración individual de cara a puerta se desencadenó una versión colectiva totalmente opuesta de un Sporting que claramente no supo gestionar su ventaja.

Primera fase de la mala gestión: Control de balón a un ritmo muy bajo

Se pueden diferenciar dos ideas muy marcadas desde este momento del 0-2 hasta el final de partido en el intento de gestionar la ventaja conseguida en el primer cuarto de hora. La primera de ellas pasó por defenderse a través de la posesión del balón. El Sporting quiso marcar el ritmo del encuentro, tratando de bajar las pulsaciones a un inicio que había sido redondo para la claridad de las ocasiones que se habían producido. El Albacete, de hecho, ya había tenido una doble, con Campuzano salvando el gol sobre la línea. Era apenas el minuto 23. Por la vía de la posesión, los asturianos daban una falsa sensación de estar cómodos, ya que en ese momento los de Alberto González 'flotaban' a los rojiblancos, como expresó Albés en rueda de prensa. Es decir, presionaban en momentos concretos, sin demasiada intensidad, priorizando cubrir bien posibles vías de pase por dentro, y apenas con su punta referencia y un acompañante a lo sumo. Una tímida presión que el Sporting solventaba bien a partir de jugar con el tercer hombre o bien incrustando uno de los centrocampistas (Olaetxea o Nacho Méndez) entre los centrales para tener superioridad.

La cuestión aquí era la intención de dicha posesión. No había amenaza alguna con balón, sin apenas llegar a campo rival. Combinaciones estériles que sólo veían el tiempo pasar, quedando demasiado en el reloj. Más allá de que a este equipo, con la idea interiorizada de jugar a ritmo muy alto, se le nota desnaturalizado cada vez que intenta bajar las pulsaciones al mismo con el balón controlado. Jugando en campo propio y sin un cometido concreto para sus posesiones, este Sporting se penaliza a sí mismo. El Albacete, que también juega, y comenzó a sumar más intensidad en su juego y más piernas en campo contrario, no tuvo gran dificultad para lograr ese cambio de ritmo y que sucedieran cosas, como los rojiblancos querían evitar.

Segunda fase: Equipo demasiado hundido en un repliegue inconsistente

El Sporting fue echándose poco a poco atrás consecuencia de lo anterior y no tardó demasiado en descartar la idea de mantener un bloque medio o medio-bajo con mando desde la posesión de balón, para acabar plantado en un bloque bajo con la única intención de defender su área. Cuestión que se acentuó en la segunda parte, con un Albacete que había vuelto a la vida con el 1-2 previo al descanso. En esta fase, los rojiblancos no solo dejaron dudas en su capacidad para defender área en repliegue, sino que estructuralmente cometieron errores importantes, hundiéndose demasiado hasta el punto de defender prácticamente por acumulación, haciendo un embudo sobre su portería con el equipo muy, muy estrecho. Dos síntomas muy malos cuando hablamos de un repliegue defensivo. Todo esto facilitó que el rival tuviera mejores situaciones de área, pudiendo combinar hasta entrar en la zona de castigo, y a su vez tuvo una doble penalización por la consecuencia lógica de que, con los once jugadores prácticamente en el primer tercio de campo, cada despeje era para el rival, sin opción alguna a trenzar una contra. Un Sporting a merced de su rival al que sólo le faltaba un punto de calidad en los últimos metros para encontrar un empate que era cuestión de tiempo y que llegó cuando Riki Rodríguez entró en juego.

Pérdidas en salida ante el paso adelante del rival

En lo poco que pudo hacer el Sporting en el segundo tiempo más allá de tratar de defenderse, sin éxito reseñable, destacó -también para mal- un aspecto del juego que ya dio problemas en otros momentos a lo largo de la temporada; la salida desde atrás. El Albacete, que tras el descanso hizo valer la inercia del partido dando un paso adelante de todo su bloque, intensificó la presión sobre la primera línea rojiblanca, que aún trataba de salir jugando desde su portero en varias ocasiones. Una presión que ahogaba especialmente el sector diestro de la zaga sportinguista, donde se encontraban Maras y Kevin, ambos sustituidos poco después de sumar algunas pérdidas en zonas vulnerables a raíz de esa indicación de jugar más en corto para tratar de reducir ese ida y vuelta y depender de unos duelos que cada vez caían más del lado 'enemigo'. Parece claro que no fue el día con balón a partir del minuto 10.

Los cambios

Rosas, Pier y Dubasin por Kevin, Maras y Campuzano. Albés no fue consultado por esta primera ventana de cambios, si bien su intención podría ir en relación a lo comentado en la última clave, como sí explicó en alguna otra ocasión en el caso concreto de Maras, introduciendo perfiles con mejor pie para tratar de mejorar la salida de balón, esperando que en defensa, donde sí venían haciendo un buen trabajo individual, el equipo no se resintiera. Cosa que no sucedió. En el caso de Dubasin, refresco entendible en ataque y en ayudas defensivas pasando a Otero al centro de la delantera.

Queipo y Caicedo por Gaspar y Otero. Cambios de hombre por hombre, en diferentes momentos del partido, manteniendo el dibujo con el que se acabó el encuentro con el objetivo de sumar piernas frescas en un escenario, sobre todo, en el que se esperaba mayor protagonismo para las transiciones con espacios, como la que origina el 2-3 con participación de ambos.

Nota a Rubén Albés y el resto del cuerpo técnico

Insuficiente. Si bien en un inicio el equipo sale con el punto de intensidad necesario y el nivel de acierto e inspiración tan inusual que te permite el mejor arranque del curso, lo que vino después entra en el debate de ser considerados como los peores minutos de la temporada. El equipo se desnaturalizó viéndose por delante en el marcador, trató de jugar a lo que no es y recuperó fantasmas con cierto parecido a los del día de Tenerife. Un día en el que lo que podía salir de cara, salía así, desde una acción límite corregida por el VAR hasta un autogol para dar otro golpe a un rival exaltado cuando ya parecías muerto. Eso fue, precisamente, lo que hizo que el equipo sacara algo de su visita a Albacete, pues en condiciones normales, siendo superado en el grueso del partido en la mayoría de cosas que se intentaron, lo normal hubiera sido un castigo mayor que verte remontado un 0-2. Una gestión de la ventaja muy alejada del nivel que viene teniendo el Sporting esta temporada. No todos los días podemos hablar de ese nivel de acierto como para colmo desaprovecharlo.

Tertulia en directo en Twitch

Esta noche tendrá lugar la habitual tertulia de cada lunes en Twitch. A partir de las 21:50 se analizará el próximo partido del Sporting en Copa del Rey y a la plantilla rojiblanca en este comienzo de temporada.