Los motivos que bloquean el fichaje de Álvaro González por el Sporting

Dani Souto

SPORTING 1905

Álvaro González
Álvaro González

Así se encuentra la posibilidad de su fichaje

27 ago 2024 . Actualizado a las 20:43 h.

El fichaje de Álvaro González por el Real Sporting de Gijón se complica debido a un problema burocrático derivado de la situación fiscal del futbolista. El zaguero cántabro residió desde el verano de 2022 en Arabia Saudí, solicitando para ello, a partir de su contrato de trabajo, un permiso de residencia. Para retornar a España, Álvaro debe cumplimentar un amplio número de trámites como emigrado para poder tener nuevamente su residencia fijada en territorio español, algo relevante en la cuestión de tributación con Hacienda.

El futbolista ha residido en Arabia entre enero y junio de este año, a escasos días de superar la mitad del ejercicio fiscal (183 días en total), lo que le haría rendir cuentas con la Hacienda Saudí, con tipos impositivos mucho más reducidos que la Hacienda española. Algo relevante en la situación personal del futbolista considerando las cantidades percibidas en este ejercicio a razón de su último contrato en Al-Qadsiah. Además, según diversas fuentes, aún tiene pagos pendientes a percibir de anteriores proyectos deportivos.

El Sporting tuvo conocimiento de esta circunstancia en la negociación por su llegada como futbolista libre. Álvaro, que se encuentra en su tierra, en Cantabria, desde que finalizó su anterior contrato, no tramitó el traslado de su residencia a España debido a la cuestión tributaria anteriormente mencionada así como por contar con propuestas desde el mismo fútbol árabe, manteniendo la puerta abierta a la posibilidad de continuar jugando allí, haciendo poco coherente que iniciara ya con todos los trámites sin tener claro su futuro cercano.

Sin embargo, la opción rojiblanca irrumpió con fuerza ya a finales del mercado, en estos últimos días de agosto, pasando a ser una prioridad para el jugador, pero llegando con escaso margen de tiempo para gestionar estos trámites o buscar alternativas en el mercado. Esto se deriva de la planificación de plantilla rojiblanca, que primero priorizó un perfil que pudiera cumplir con el rol de lateral diestro y central, como era el caso de Miguel Loureiro. En las últimas semanas las preferencias han cambiado.

Ambas partes alcanzaron un principio de acuerdo en lo contractual, apenas con detalles que resolver en el papeleo que ya estaba en elaboración. Sin embargo, tanto club como jugador estaban pendientes de poder agilizar en estos días los trámites para aclarar su situación, cosa que no se ha terminado dando. El Sporting dio un margen para tratar de solucionar esta problemática, si bien la fecha límite para fichar (este viernes a las 23:59 horas) ponen contra las cuerdas a la dirección deportiva, que tampoco quiere arriesgarse a superar el cierre de mercado para incorporar un central, una de sus prioridades en estos últimos días de agosto. En caso de no encontrar alternativa, sólo podrían firmar futbolistas sin contrato ya entrados en septiembre, caso que podría ser el del propio Álvaro, aunque sin evidencias a estas alturas de cuándo podrá solventar su situación fiscal. A pesar de ello, según ha podido saber La Voz de Asturias, la gestión aún no se da por rota al 100%, si bien se entiende como altamente compleja.

En cuanto a los trámites a realizar por el futbolista, atendiendo a los datos del Ministerio de Asuntos Exteriores para ciudadanos españoles residentes en Arabia Saudí, se incluyen los siguientes: la baja consular en la Embajada de España en Riad para poder empadronarse de vuelta, un certificado de antecedentes penales y de residencia fiscal, ambos sellados por el Ministerio de Asuntos Exteriores Saudí y, posteriormente, por la Embajada de España en Riad, un visado de salida definitiva del país expedido por su empleador y, ya una vez en España, solicitar un certificado de Emigrante Retornado, para la que necesitas a su vez visar en la Embajada de España en Riad la documentación laboral de la estancia en Arabia. Una amplia burocracia a gestionar que alarga un proceso ya de por sí poco esclarecedor en estos momentos.