Derrota de los rojiblancos en la ida de la semifinal del Playoff
10 jun 2024 . Actualizado a las 00:18 h.Duro mazazo. El Real Sporting de Gijón cayó derrotado en el encuentro de ida de las semifinales del Playoff de ascenso a Primera División ante el RCD Espanyol. Un triunfo por la mínima de los pericos con un tardío gol de Javi Puado que supuso mucho castigo para un Sporting que presentó batalla, pero que perdonó más de lo que está permitido en un encuentro de estas características. No hay rendición posible. Cabeza alta y una eliminatoria de vuelta en la que toca remontar.
Tres fueron los cambios en el once por parte de Miguel Ángel Ramírez, que mantuvo el 1-4-4-2 con un equipo muy equilibrado al incluir a Roque Mesa, héroe en Elda firmando una gran segunda parte con un gol vital, junto a Róber Pier en el centro del campo, reemplazando a Nacho Martín. También volvían a la titularidad Hassan en banda diestra en detrimento de Fran Villalba y Mario González sustituyendo en la punta del ataque al lesionado Uros Djurdjevic.
En un ambiente fantástico de fútbol, con el mayor recibimiento de toda la temporada en las horas previas, algo acorde a la gran cita que había en juego, la grada sería uno más en el partido. Los instantes previos al pitido inicial, emotivos, cantando a vivo pulmón el Gijón del alma, homenajeando a Gelín, abonado tristemente fallecido al término del último partido en el Templo, y con un espectacular mosaico que tiñó de color todo el graderío de un Molinón que presentaba un fantástico aspecto.
Una intensidad en la grada que se dejó notar y que también se trasladó desde el primer minuto al césped. Ambos equipos mostraron sus armas en un encuentro de muy alto nivel, evidenciando por qué han sido dos de los mejores equipos de la categoría esta temporada. El dominio de balón era mayormente blanquiazul, pero el Sporting se mostró muy sólido en la defensa del área, despejando los intentos de un Espanyol que insistía en buscar centros desde los costados.
El filón ofensivo rojiblanco estuvo en las opciones de transitar y contragolpear. Cada vez que había opción de verticalizar tras robo el Sporting tenía clara la receta, buscando en derecha la amplitud de un Hassan bien abierto que fue un auténtico quebradero de cabeza para Pere Milla. En la primera parte consiguió generar hasta 3 ocasiones de peligro, a cada cual más clara. La primera, conduciendo hasta la frontal y buscando en profundidad a un Gaspar que se desmarcó al interior del área, pero su remate cruzado lo atajó abajo Joan García. Las otras dos, con espectáculo incluido en forma de caño en una de ellas, acabaron con el franco-egipcio pisando línea de fondo en el interior del área, pero el pase atrás no encontró rematador, uno de ellos a escasos metros de la portería paseándose su envío por todo el ancho del área pequeña.
Existía la sensación de que el Sporting estaba perdonando, estando más vivo contra la portería rival a pesar de que el grueso del control de balón era visitante. Sin embargo, un Espanyol siempre amenazante, también tuvo la suya para meter el miedo en el cuerpo. Más allá de algún centro peligroso, una contra estuvo muy cerca de ser un gran jarro de agua fría para los más de 25.000 aficionados sportinguistas en el estadio. Braithwaite y Puado se asociaron para superar en el 2 para 2 con los centrales rojiblancos, con un pase al corazón del área del primero a éste último que en un remate algo forzado no consiguió dirigir la pelota a la portería de un Yáñez ya vendido. El cuero se fue alto, para alivio de la parroquia local. Los minutos finales de un primer tiempo que acabaría con el 0-0 inicial tuvieron más tensión que fútbol a partir de un arbitraje sibilino que encendería a una grada ya de por sí ferviente en el día de hoy.
La primera del segundo tiempo no tardaría en llegar y sería nuevamente rojiblanca. Tras una larga jugada por banda diestra, Guille Rosas pondría un centro a la frontal del área pequeña que Mario no conseguiría rematar en primera instancia y que detrás, sin esperar que le llegara, Otero se anticipó y remató con el interior de su pierna diestra haciendo que el esférico se fuera ligeramente alto por encima del larguero tras salir a botepronto. Una más que clamaba al cielo la parroquia rojiblanca.
Con el paso de los minutos el Sporting consiguió dar un paso al frente en la presión, ahogando la salida de balón de un Espanyol más incómodo con el cuero. Aun así, los planes se mantenían inalterados, con los locales consiguiendo inclinar algo más el campo hacia la portería rival, no fue hasta el último cuarto de hora cuando se retomaron las hostilidades en las áreas. Los pericos generaron su ocasión más clara del partido hasta ese momento aprovechando un error en la entrega de Roque Mesa, el contragolpe blanquiazul acabó con un centro al área que, tras un error en cadena, llegó a botas de Braithwaite, que amagó para generarse una mejor situación de remate a la altura del área de penalti, pero su disparo lo atajó un Yáñez que volvía a erigirse salvador con una parada de suma importancia, como ya hiciera hace una semana en Elda.
Las aguas siguieron muy revueltas encarando los últimos minutos. Así fue que el Sporting sumó posiblemente su mejor ocasión de todo el partido en un saque de falta rápido de Roque Mesa que puso a correr al espacio a un Otero que ganó el duelo con su par, ganó línea de fondo y puso un balón al primer palo que Campuzano, casi de manera incomprensible, remató fuera de primeras con la diestra al adelantarse a su defensor.
Sin embargo, el Sporting ya había agotado todas sus vidas extra. El Espanyol hizo pagar muy caro una nueva pérdida, en este caso de Fran Villalba, para contragolpear por medio de Braithwaite, que encontró al espacio a Javi Puado para que éste se plantara solo en el área, superara en velocidad a Yáñez y definiera a portería vacía para poner el 0-1 en el marcador. Un duro golpe para un Sporting que había conseguido crecer en el partido. A pesar de la insistencia local, el resultado no se movería más, obligando a remontar el resultado adverso en Cornellá.
Alineaciones del partido
Real Sporting de Gijón: Yáñez, Guille Rosas, Insua, Diego Sánchez, Cote, Hassan (Varane, 85'), Roque Mesa (Méndez, 85'), Róber Pier (Rivera, 59'), Gaspar Campos (Villalba, 67'), Juan Otero y Mario (Campuzano, 67').
RCD Espanyol: Joan García, Omar, Calero, Cabrera, Pere Milla (Oliván, 57'), Jofre (Salvi, 57'), Gragera (Bauza, 94'), Keidi Bare, Puado (Valles, 94'), Melamed (Aguado, 77') y Braithwaite.
Goles: 0-1, Puado (87').
Amonestaciones: Roque Mesa (30'), Rosas (66'), Campuzano (74') | Gragera (49'), Oliván (66'), Calero (69'), Cabrera (90'), Omar (95').
Expulsiones: Sergi Gómez (89').