El delantero fue la primera gran apuesta del Atlas de Orlegi
07 feb 2023 . Actualizado a las 23:00 h.Invierno de 2019. Una representación de la por aquel entonces recién estrenada dirección deportiva del Grupo Orlegi en el Atlas recorre 7.000 kilómetros en avión para plantarse sorpresivamente en Santiago de Chile lleno de bazas de convencimiento y con 3 millones de euros para su club. El objetivo de la expedición era atraer y sumar al proyecto al delantero más en forma del país presentándole una visión de presente y futuro muy apetecible para cualquier profesional ambicioso.
Misión cumplida. Ignacio Jeraldino se convirtió en el primer fichaje ‘millonario’ de Alejandro Irarragorri para una escuadra que a la postre sería el campeón de México. Tres inviernos después, Orlegi vuelve a confiar en el de Llay Llay como solución para una nueva propiedad del Real Sporting de Gijón.
2018 y 2019 fueron los años en los cuales Ignacio Jeraldino, eterna promesa chilena llamado a relevar a los delanteros de una Selección Absoluta que unos pocos años atrás conquistaba América, terminó de explotar en la Primera División de su nación. Lo hizo en el Audax Italiano a las órdenes de un Juan José Ribera que le educó en los comportamientos junto a otro punta y en los aledaños del área. Un descubrimiento para un atacante que se completó sumando más registros a su repertorio, lo cual se reafirmó desde la estadística: 19 goles y 10 asistencias en el curso 18/19. Números que no pasaron desapercibidos para el seleccionador Reinaldo Rueda, quién lo convocó durante ese periodo de tiempo para dos fechas FIFA de amistosos. La nueva incorporación rojiblanca debutó con ‘La Roja’ frente a Corea del Sur y con Igor Lichnovsky, ex central del Sporting, cubriéndole la espalda en la retaguardia austral.
Rueda vio cualidades interesantes en Jeraldino para coger el testigo de los Alexis Sánchez y compañía, pero para ello necesitaba saltar a un nivel superior en su carrera deportiva. “Lo de Jeraldino nos ha preocupado siempre. Desde hace casi dos años que llegamos siempre confiamos en él, pero no ha podido mostrar toda su dimensión en el seleccionado. Tenemos expectativas para que se consolide, hay que darle el tiempo suficiente para eso”, afirmaba el técnico colombiano. Ignacio y su entorno tenían claro que un factor clave para cumplir satisfactoriamente ese proceso de confirmación en una mayor magnitud pasaba por hacer ruido en Europa. Equipos del viejo continente lo estaban rastreando, al igual que dos grandes del fútbol mexicano como el América y el Cruz Azul mostraban un interés real.
Recién aterrizado el Grupo Orlegi en el Atlas, la dirección deportiva del club rojinegro se puso manos a la obra para cumplir en la confección de la plantilla con la regla orientativa del 60% de canteranos, 30% de extranjeros y 10% de mexicanos procedentes de otros equipos. Buscando lo mejor de Sudamérica, localizaron en Chile a un delantero que el departamento de captación ya tenía registrado en el ordenador por su debut como profesional con apenas 15 años, sus actuaciones en el Sudamericano Sub-20 de 2015 y las convocatorias con la Absoluta.
Para ficharlo sabían que debían seguir un método diferente al empleado por unos competidores en su contratación que les llevaban la delantera, por lo que la directiva designada por Irarragorri no dudó en coger un avión y plantarse en la puerta de la casa familiar de Jeraldino. Lo querían convencer desde el ejemplo del cariño y atención del que dispondría en Guadalajara en caso de aceptar la propuesta, además de aprovechar para conocer sus valores como persona y el de su entorno. En ese último sentido, a través de un proceso de evaluación in situ de la vida del futbolista que se evalúa contratar y que se ha traslado hasta el Sporting, el examen fue aprobado.
Aunque en ese momento el Grupo Orlegi todavía no era propietario de un club europeo, el pensamiento para globalizar aún más su marca deportiva estaba latente. De ahí que en la reunión producida en Santiago de Chile con Jeraldino utilizasen esa táctica de seducción para hacer frente a las propuestas del América y el Cruz Azul. El delantero deseaba volver a Europa tras con 18 años haber probado fortuna, sin el éxito soñado y quizás de manera precipitada, en el Parma de Antonio Cassano. La ambición y seriedad mostrada a pares iguales por el proyecto del Atlas y del conglomerado mexicano, además de la posibilidad de aterrizar al otro lado del Atlántico con una mayor seguridad y siempre en caso de ofrecer un rendimiento óptimo en la liga azteca, hicieron el resto para que el chileno se decantara por la propuesta rojinegra.
La trayectoria de Jeraldino en México ni mucho menos ha colmado las expectativas generadas, pero aún así el Grupo Orlegi mantiene la confianza en sus posibilidades y el Sporting tiene en su contrato de cesión una opción de compra para comienzos del verano. El pasado fin de semana debutó con los rojiblancos y esta semana peleará por su primera titularidad en El Molinón.