El jugador cuenta con interés de diversos clubes
25 ene 2023 . Actualizado a las 13:32 h.El primer equipo del Real Sporting de Gijón retomó esta mañana en la Escuela de Fútbol de Mareo la semana de entrenamientos con algunas ausencias significativas. A la de Diego Mariño, que ya está en Almería para pasar el reconocimiento médico y firmar su nuevo contrato con el club indálico, se suma la de José Gragera, que ya había quedado sin completar la sesión del sábado pasado dejándole fuera de la primera convocatoria de Miguel Ángel Ramírez en liga. El centrocampista arrastra, tal y como traslada el club, unas molestias en sus aductores, con riesgo de rotura si termina forzando, ejercitándose en el gimnasio sin llegar a saltar al verde del campo número 2.
El centrocampista está siendo, indudablemente, uno de los protagonistas del mercado de fichajes del Real Sporting este mes de enero, una vez más. La diferencia con otras ocasiones es que ahora tanto futbolista, según desveló a su entorno, como club, ven opciones reales de que pueda salir traspasado en los próximos días, apurando ya la recta final de la ventana de fichajes.
Uno de los equipos que tiene en rojo su nombre es el Espanyol, cuyo director deportivo, Domingo Catoira, no desmiente el fuerte interés aunque es consciente de que el nombre de Gragera también se mueve en el mercado extranjero y no resultaría económico. Más allá de nuestras fronteras, clubes como el Sporting de Braga portugués también sigue de cerca al gijonés.
El futbolista ya había sido pretendido hace unos meses por otros clubes de Primera División como el Getafe, aunque la respuesta en ese momento desde la dirección deportiva del Real Sporting de Gijón fue tajante: para que salga el canterano se debe llegar a la cifra que marca su cláusula de rescisión. La dirección deportiva rojiblanca ha rebajado sus pretensiones, pero se mantiene en la idea de no malvender a ninguno de sus activos, por lo que los interesados deberán llegar a la valoración de mercado que hace el club sobre el futbolista, por el cual aún no ha llegado ninguna oferta en firme.
El escenario ha ido cambiando y el club rojiblanco interpreta que las negativas a mejorar su contrato hasta 2027 implican la capacidad de su agente para traer una oferta aceptable por la SAD asturiana, así como notablemente mejor para el futbolista, que no ha visto mejorados sus emolumentos desde mayo de 2020, cuando renovó hasta el verano de 2024 con una cláusula de rescisión de 40 millones de euros en Primera División y de 10 millones en Segunda.
El mediocampista está en uno de los escalones salariales más bajos de la plantilla, si bien es cierto que como se apunta desde Mareo, sus negativas a renovar le han llevado en cierto modo a esa situación. Uno de los puntos que se puso sobre la mesa tiempo atrás fue el de la equiparación con Pedro Díaz, que en 2021 vio mejorado y ampliado su contrato hasta 2025 ante el interés de otros conjuntos extranjeros. Al igual que sucedió con Uros Djurdjevic, el propio Alejandro Irarragorri le trasladó personalmente al mediocampista gijonés la visión de Orlegi para el futuro del Sporting y el relevante papel que tendría el jugador en ese plan.