Perfiles y procedencias diferentes a lo habitual hasta ahora en Mareo
21 sep 2022 . Actualizado a las 21:07 h.Verano de reconstrucción y con muchos movimientos, no solo en el primer equipo, sino también en el filial del Real Sporting de Gijón. Como analizamos en su momento en La Voz de Asturias, hasta 10 incorporaciones y 21 salidas se dieron a lo largo de este mercado de verano para confeccionar el equipo a cargo de Dani Mori, que contarán con el objetivo de lograr el ascenso de categoría a Segunda RFEF. Que el número de movimientos sea tan elevado responde a diferentes cuestiones, todas ellas ligadas a una filosofía de fichajes que Orlegi ha querido implementar desde el principal equipo de la cantera rojiblanca.
Primeramente cabe hacer una fotografía del escenario que los nuevos gestores se encontraron en Mareo. De las 21 salidas que han podido dar en este verano -no todas bajo la gestión de Orlegi, pues hasta 4 contratos se finalizaron antes de su llegada-, prácticamente la mitad (10) fueron de futbolistas que venían de cumplir ciclo en edad juvenil y pasaban a su primera temporada sénior. Contratos más 'asequibles' de finalizar, pero encontrándose en la plantilla con muchos jugadores manteniendo vinculaciones largas, elevados salarios para la categoría o cláusulas que impedían una desvinculación sencilla. Esto, a pesar de las cifras finales, limitó que se pudieran dar más movimientos de entrada y salida.
De igual manera, una cuestión sobre la que más han incidido los nuevos técnicos en Mareo ha sido la "repetición de perfiles". Unos perfiles que se ajustan a una forma de trabajar en la cantera y desarrollar jugadores que difiere con la que Orlegi viene a implantar, más acorde al tipo de juego que se desarrolla actualmente en el primer equipo, con conjuntos más físicos para aguantar un estilo de juego más directo, intenso en la presión y vertical en sus ataques; nada que ver con lo que acostumbran a ser los equipos de la base, donde la técnica venía primando especialmente sobre el físico.
Esto, además, viene de la mano con otra cuestión que ha dado mucho de qué hablar entre la afición sportinguista y que los nuevos gestores tienen muy claro desde el prisma de la competitividad. Hasta 5 jugadores incorporados son de origen extranjero, aunque tan solo dos de ellos (Leonel Miguel y Jonathan Varane) llegaron de ligas más allá de nuestras fronteras, todos ellos comparten algo en común: experiencia en categorías de mayor nivel de la Tercera RFEF, aspecto que también cumple otro de los fichajes como Damián Cáceres. También ha sorprendido la contratación de Ariel Herrero al tener ya los 23 años, siendo automáticamente el más 'veterano' de la plantilla.
En Orlegi tienen clara su filosofía a la hora de contratar jugadores para la base, algo que también extrapolan a la hora de hacer negocios y buscar relaciones comerciales: cerrarse al mercado asturiano se considera un error. Para mejorar el talento que sale de aquí lo mejor es que se desarrollen con una fuerte competencia que venga de más allá de nuestra región, así lo comparten todos los técnicos del actual Mareo. El Sporting siempre aspira a reclutar a los mejores jugadores de Asturias, y así seguirá siendo en su competencia con el Oviedo, pero no cierran las puertas a la procedencia de dicho talento con la creencia de que traer también importantes talentos de fuera ayudará a elevar el nivel de la cantera y el fútbol asturiano.
Una filosofía que contrasta con la política llevada a cabo hasta la fecha, donde sí se realizaron incorporaciones puntuales de otras canteras para el filial, pero que ha chocado al aficionado por su cantidad y variedad durante este verano. Ahora en Mareo se busca otro tipo de perfiles, algo que también irá modificando el modo en el que se forma a los jugadores desde la base. De igual manera, como sucede en el primer equipo, superar una entrevista personal y conocer el entorno del jugador también resulta clave. Una política más global que de momento solo ha afectado al filial, el más susceptible de acoger estos cambios de la cantera rojiblanca, pero que en un futuro, con una residencia ya proyectada en las futuras instalaciones de Mareo, será también un modelo aplicable a todos los equipos de la base sin distinción. Preferencia por potenciar el talento de la región a partir de la competencia que suponga el talento que florece en los terrenos de juego más allá de Asturias con unos perfiles y una idea de juego que acompañe a cada contratación.