Marca sus mejores registros superado el ecuador de la temporada
21 sep 2022 . Actualizado a las 14:01 h.Esta noche de viernes Uros Djurdjevic se perderá su primer compromiso de la temporada al ser citado con la selección de Montenegro. Un 'parón' en su dinámica con el Real Sporting que no llega en el mejor momento posible, tras dos derrotas consecutivas, sensaciones de ir en retroceso en cuanto al juego y con el punta balcánico con la pólvora mojada; dos goles en este inicio de curso, ambos en la goleada ante el Andorra, lo que le deja otros 5 partidos sin anotar.
Ocasiones tuvo, y en este caso muy claras, sobre todo ante Racing y Zaragoza. Sin embargo, el acierto no acompañó. El balance, como siempre, se hace al final de curso, y en esas Djuka no ha decepcionado en los últimos ejercicios: 16 goles en la 21/22 y 22 en la 20/21. A pesar de ello, hay algo que siempre acompaña al ariete balcánico, y es que sus rachas son muy marcadas en su particular relación con el gol.
Salvo la temporada 20/21, la más prolífica en cuestión anotadora, cuando realizó 4 goles en las 4 primeras jornadas -a las que posteriormente siguieron otras 4 sin marcar-, el resto de cursos siempre fue de menos a más en su acierto de cara a puerta. En la 18/19, su primera campaña en Gijón, no envió un balón al fondo de la red hasta el 1 de noviembre, en la ronda de dieciseisavos de final de la Copa del Rey, teniendo que esperar un mes más hasta el 1 de diciembre para anotar su primer gol en liga ante el Tenerife, si bien es cierto que hasta ese momento se le habían anulado nada menos que 3 tantos. Sin embargo, aludiendo al tema de las rachas tan marcadas, Djuka encontraría el camino al gol en un excepcional mes de enero, en el ecuador de la temporada: 6 goles en 6 partidos, quedando solo sin anotar en el ratito que participó en la derrota del Sporting en Copa frente al Valencia, por lo que hizo esa cantidad de goles en 5 encuentros de liga consecutivos.
En el curso 19/20 sí encontró la recompensa del gol más pronto, en su quinto partido de liga, pero de nuevo fue una producción anotadora baja con solo dos tantos en sus 11 primeros encuentros. Esta fue la temporada más complicada para él, cuando solo consiguió un total de 6 goles en toda la campaña en un año verdaderamente difícil para el Sporting y para el jugador balcánico. La citada 20/21, que presenta la única 'anomalía' en sus estadísticas de inicio de año futbolístico con 4 goles en el primer mes de competición, también estuvo marcada por esa racha a mitad de temporada, entre diciembre y enero, donde sumó 6 goles en 8 encuentros. Aunque ese curso su punto álgido llegaría entre febrero y abril: 9 goles en 7 encuentros, quedándose sin marcar únicamente en Albacete, impidiendo que todos se lograran de forma consecutiva.
La temporada pasada fue similar en este sentido. Arrancó con un gol en la primera jornada en un curioso registro que lleva manteniendo los tres últimos años al ser el primer anotador de la temporada en casa en cada una de estas campañas. A partir de ahí le costó reecontrarse con el gol, prácticamente hasta el mes de octubre, cuando realizó 4 dianas en 6 encuentros. De nuevo, como marca el patrón de rendimiento del montenegrino, entre diciembre y comienzos de enero mostró una buena versión de cara a puerta con 4 goles en 5 encuentros y encontraría su punto álgido con la temporada algo más avanzada, en los meses de febrero y marzo, anotando 6 tantos en 7 partidos y sumando además hasta 4 asistencias, algo ya no tan habitual.
Se observa con facilidad, por tanto, un patrón que se repite con suficiente frecuencia en los números realizadores de Djuka, con comienzos algo más difíciles, un momento en el término de la primera mitad de curso para recobrar la confianza de cara a puerta allá por diciembre - enero, y un punto alto de forma ya con el curso avanzado en los meses de febrero, marzo y abril. Un delantero diésel que va cogiendo ritmo anotador con el paso de los partidos, pero sobre el que recae una importante dependencia anotadora en el Sporting. Esa falta de gol al comienzo de la temporada penaliza mucho a un equipo que viene sumando dificultades para sumar anotadores desde segunda línea. Solo el curso pasado se logró paliar eso, lo cual explicó por qué el conjunto gijonés estaba líder en la jornada 10, dejando que Djuka siguiera sus procesos habituales hacia el gol sin que eso perjudicara claramente al equipo.