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André Sousa: «Me fui enamorado del Sporting»

Francisco Rodríguez / A.V.M.

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André Sousa
André Sousa

Entrevista con La Voz de Asturias

03 abr 2022 . Actualizado a las 17:09 h.

Como fichaje para una zona donde habían salido Alex Bergantiños y Sergio Álverez, André Sousa fue una fuerte apuesta del director deportivo Miguel Torrecilla. El pivote llegó al Real Sporting de Gijón en la temporada 2018-2019 como cedido del Os Belenenses portugués y con la intención de ayudar a conseguir el ascenso a Primera División.

El curso no fue el esperado ni el deseado por ambas partes, pero el legado logrado en forma de cariño mutuo entre la familia del futbolista luso y Gijón supera cualquier rendimiento. Desde Turquía -juega en el Manisa-, y mandando un mensaje de fuerza al equipo y a la afición rojiblanca, Sousa atiende la llamada de 'La Voz de Asturias' para recordar su experiencia en tierras asturianas.

Muchos sportinguistas se acuerdan de ti y se preguntan qué fue de André Sousa desde su salida de Gijón.

Me fuí enamorado del Sporting porque lo pasé muy bien. El Sporting tiene un sitio en mi corazón, pero el fútbol es así. Hace tres años y algo seguí con mi carrera tras salir de Gijón, y he estado en Portugal, porque volví al Os Belenenses, y después seguí mi carrera en Turquía. Ya voy para dos años y medio en Turquía y todavía tengo un año más de contrato. Y por supuesto, siempre estoy pendiente del Sporting.

Muy pronto se ganó el cariño de la afición. ¿Le sorprendió?

De alguna manera sí me sorprendió porque no me lo esperaba. Muy pronto las cosas me salieron bien. En pretemporada las cosas me salieron bien y la gente de la ciudad, del Sporting y del club me cayeron muy bien porque son como yo, personas muy cercanas. A mí me gusta mucho ese lado personal de la vida del futbolista, no solo la profesional. Le tengo mucho cariño a la gente por todo lo que pase y también por todo lo que la afición me ha dado. Eso nunca lo voy a olvidar.

¿Por qué eligió el Sporting de Gijón como su primera experiencia fuera de su país?

Es verdad que antes del Sporting he tenido otras propuestas. Yo no tenía idea de la grandeza del club, solo lo he visto cuando llegué ahí. Ahora me doy cuenta de que he tomado la mejor decisión. Después he ido poco a poco conociendo el club, la ciudad y la gente, lo cual hizo que estuviera muy a gusto. Para mí fue una pena no quedarme en Gijón porque si las cosas se daban bien para quedarse, yo me iba a quedar seguro.

¿Qué recuerdos tiene de la ciudad de Gijón?

Sólo cosas buenas. Para mí una ciudad con playa es muy importante. Me gustan las ciudades con playa y sentir el aire del mar, es distinto. Es una ciudad con mucha vida y con mucha gente que ama el Sporting. La gente era muy simpática, y además mi familia estaba muy a gusto. Mi mujer e hijo estaban encantados. De lejos, la ciudad de Gijón fue la mejor donde yo he vivido como futbolista. Mucha calidad de vida, buena comida. Cuando tu vas a un sitio y ves que la gente te quiere, y que estás muy feliz, es lo más importante y así es más fácil jugar mejor. Es verdad que en los últimos meses no jugué mucho, pero me sentía muy feliz en Gijón. Es una ciudad que siempre va a estar en mi corazón. Este año voy a intentar ir de vacaciones porque allí dejé muchos amigos, no solo del club, sino también los padres de los colegas del colegio de mi hijo. Se quedaron mis amigos y los quiero visitar. Hasta ellos vinieron a Portugal para visitarme y ahora tengo muchas ganas de volver a Gijón.

En Gijón demostró ser un futbolista capaz de ofrecer buenas respuestas en diferentes zonas del campo. ¿Es muy importante que un futbolista sea inteligente y quiera aprender a jugar en varias posiciones?

Sí, para mí es muy importante. Es verdad que en el Sporting he pasado por diferentes posiciones y esas son mis características de ser inteligente e intentar entender el juego. Cada vez es más importante en el fútbol actual que puedas entender el partido y así tener un mejor rendimiento. En mi opinión es muy importante entender las funciones de las diferentes posiciones porque consigues más opciones para jugar y le das más opciones al entrenador que sabe que tiene a un jugador que lo hace. Todo eso te hace un futbolista más rico.

También maneja una gran técnica de disparo. ¿Cuál es el secreto para pegarle tan bien al balón?

No hay ningún secreto. El secreto del fútbol es entrenar, trabajar duro e intentarlo sin parar. En todo tienes que trabajar e intentar ser mejor cada día que pasa. Esta técnica de remate es natural. Desde niño le pego muy bien al balón como disparo y también en el pase. Es una técnica que ha nacido conmigo y que me sale de manera natural.

Sin embargo, en el Sporting no pudo sumar demasiados goles. ¿Qué fue lo que falló?

Esa fue una de las cosas que tenía que mejorar. Yo también tenía mucha llegada, entonces con la llegada y el disparo tenía que sumar más goles, pero esto también es cosa de detalles y algo de suerte. Cuando no tienes esa racha de meter goles después es difícil. Fue una pena no marcar más goles. Es culpa mía porque soy yo quien está en el campo y el que debe meter goles. Después de como empecé con ese gol en Alcorcón, ha sido una pena no meter más goles en el Sporting y poder celebrarlo con la afición.

Su temporada en el Sporting fue como una montaña rusa. Al principio vivió momentos muy buenos y después sufrió fases largas sin poder jugar. ¿Qué hizo para poder superar los malos momentos?

Cuando llegué todo salió muy bien y las sensaciones que tenía eran perfectas. Estaba muy feliz y con ganas de jugar, de que llegara el partido y de poder ayudar a mis compañeros. En general fue una temporada difícil porque teníamos muy buen equipo y pudimos pelear por mucho más y no lo que pasó en la temporada. El cambio de entrenador no me vino muy bien porque después de ese cambio las opciones que tenía de jugar no iban a ser muchas. Claro que me costó mucho porque lo que más le gusta al futbolista es jugar. Con mi familia y amigos desconectaba y ganaba fuerzas para seguir peleando y trabajando. Como estaba tan a gusto en Gijón todo lo vivía día a día y no sufría ningún bajón porque tenía el cariño de la gente, incluso sin estar jugando mucho. El cariño de la afición me ayudó a manejar mejor esa situación de no jugar.

¿Por qué cree que nunca llegó a tener la confianza de José Alberto?

Eso creo que es algo que yo no puedo contestar porque va en su cabeza, en sus opciones, en su manera de ver el equipo, su filosofía de juego. El míster José es quien te puede contestar. El fútbol es así, tienes que estar preparado para eso porque puede pasar. No todos los entrenadores tienen la misma idea y la misma manera de ver el partido. José Alberto venía del filial y es normal que les tuviera más confianza a los guajes que subían al primer equipo porque los conocía. José Alberto siempre se ha portado bien conmigo, es buena gente y después hablamos de eso y siempre quedamos bien. Siempre nos hemos tenido mucho respeto. Ha sido una cuestión de opciones. Le gustaba más tener otros jugadores para su manera de jugar.

¿Sin confianza es imposible que un futbolista pueda ofrecer un buen rendimiento?

Un futbolista con confianza y sin confianza es la misma persona pero es un futbolista distinto. Eso se nota en cada movimiento, cada control, cada pase, cada disparo. Un jugador con confianza es otra cosa y muchas veces hace cosas que ni él se imaginaba que podía hacerlo, pues la confianza lo traspasa todo. En los últimos meses en Gijón me falto un poco esa confianza y entonces siempre hay un bajón de rendimiento. Existen muchas maneras para que el entrenador le pase confianza al jugador y éste la acepte.

¿Recuerda algún consejo de Rubén Baraja sobre la posición de mediocentro?

Me ha dado muchos consejos. Para mí Baraja ha sido muy bueno y me gustó mucho trabajar con él. Como futbolista ha sido un centrocampista de un grandísimo nivel. Cada consejo que tenía para mí era bueno. Me acuerdo mucho que siempre me pedía ser protagonista para ganar confianza y liderazgo, además de nunca bajar mi intensidad porque con mis características tenía que estar siempre conectado al partido.

¿Qué jugadores de aquella plantilla le llamó más la atención por su calidad?

En mi opinión era una plantilla con mucha calidad. Tenía muy buenos jugadores y evidentemente había algunos que me llamaban la atención. Mariño es un portero increíble, uno de los mejores que yo he tenido como compañero. Robin Lod tenía mucha calidad en esa zurda. En esa temporada no hizo tantos goles como se esperaba, pero ya se notaba que Djuka, por su manera de trabajar y la confianza que tiene en sí mismo, iba a en cualquier momento enganchar esa racha de goles. También destaco al capitán Carmona, con su experiencia, que pasaba a todos los compañeros, seguía con mucha calidad. Como te he dicho, en general teníamos muy buena plantilla que deberíamos haber conseguido mucho más en esa temporada.

¿Mantiene contacto con los jugadores de esa plantilla que aún siguen en el Sporting? ¿Qué le dicen sobre cómo están viviendo esta temporada?

En los últimos tiempos no he hablado mucho sobre esta temporada y como iban las cosas, pero siempre hablamos en las redes sociales. Algún comentario en las stories de Instagram o algo así. Algunas veces hablo con Robin Lod, Molinero y Alex Pérez.

¿Le habría gustado que el Sporting ejecutase la opción de compra que había sobre usted al finalizar la temporada?

Sí, sin duda. No lo tendría que pensar ni un segundo. Me hubiera quedado muy feliz en el Sporting porque es el club donde más a gusto he estado. La afición tenía mucha pasión y magia en El Molinón. El Sporting es un club distinto. En ese momento me quedé muy triste. En el último partido en El Molinón quedé muy triste. Así es la vida. No sé si algún día voy a volver al Sporting. Eso sólo Dios lo sabe. Si hubiera tenido la oportunidad de elegir quedarme, me hubiera quedado.

¿Hubo alguna conversación para informarle de su salida por parte de Miguel Torrecilla o simplemente caducó su cesión?

Creo que dos semanas antes de finalizar la temporada, siempre con mucho respeto, Miguel Torrecilla me llamó a su despacho y hablamos tranquilamente sobre lo que iba a pasar. Como no estaba jugando en los últimos meses era más difícil quedarse. Entonces, yo ya tenía en mi cabeza que no me iba a quedar. Con mucha pena mía pero Torrecilla siempre me habló con mucho respeto.

Los profesionales del fútbol estáis sujetos a constantes cambios de hogar, lo cual suele ser más duro de llevar si detrás hay una familia. A pesar de sólo estar 10 meses, ¿para su hijo, su mujer y usted fue duro irse de Gijón?

Ha sido muy difícil salir de Gijón porque fueron 10 meses de mucha intensidad. A mi mujer le gustaba mucho Gijón y la manera con la que los asturianos viven la vida. Mi hijo ya estaba en el cole, ya hablaba español mejor que yo. Por eso me costó mucho. Incluso en los primeros días a la salida tuvimos que mentirle a mi hijo y decirle que nos íbamos de vacaciones y que después íbamos a volver a Gijón. El fútbol es así. Hay muchos cambios y eso es algo que nos tiene que hacer crecer como personas. Hay que quedarse con los buenos momentos que hemos tenido en Gijón. Muy, muy, muy buenos momentos que hemos tenido en Gijón.

Su primer cambio se produjo con 17 años cuando salió de la cantera del Sporting de Portugal para jugar en varios equipos portugueses de menor nombre. ¿Ese prematuro cambio le vino bien para conocer una realidad del fútbol que es difícil de percibir en un club como el Sporting de Portugal que gana tanto y pierde muy poco?

He pasado por divisiones menores como Segunda B, Segunda Liga y después Primera en Portugal. Eso me ha hecho crecer como jugador y como persona porque al final no era ningún crack para estar ahí y llegar muy rápido a la Primera División. Todo lo que he conseguido ha sido gracias a mi sacrificio, mi profesionalismo, mis ganas y mi pasión. Desde abajo hasta arriba siempre he estado peleando por mi sueño y por esta pasión que tengo por el fútbol. Todo eso te hace ser una persona más rica futbolísticamente y en el lado personal también tienes que madurar muy temprano. Son momentos que te moldean tu carácter y que me hicieron crecer mucho.

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