Texto de análisis
22 mar 2022 . Actualizado a las 00:32 h.Domingo de novedades en la etapa recientemente estrenada de José Luis Martí al frente del banquillo del Real Sporting de Gijón. El técnico balear continúa probando con diferentes fórmulas para encontrar el once y el sistema que mejor se adecúen a su idea futbolística, más en estos momentos donde el calendario ahoga en términos clasificatorios tras contar como derrotas sus tres primeros encuentros al frente del navío rojiblanco.
Con la intención de cambiar el rumbo del equipo en Butarque, Martí decidió de nuevo agitar su pizarra y puso en liza un sistema que no había utilizado aún en Gijón: alineó dos delanteros para formar con un 4-4-2. "Facilitado" por la ausencia de Villalba, que hasta el momento había actuado como interior en su 4-3-3 y como mediapunta en un rol más clásico para él en la etapa de David Gallego en el 4-2-3-1 del último partido, el técnico balear apostó por suplirle formando una línea de cuatro en el centro del campo y una dupla en ataque que compartirían Uros Djurdjevic y la principal novedad del encuentro, un Eric Ramírez que se estrenaba como titular en el Sporting.
El delantero venezolano, que era noticia escasas horas antes del encuentro al no ir convocado con su selección tras un acuerdo entre la Federación de Fútbol de Venezuela y el Sporting para poder ayudar al club en un momento delicado, recibía la recompensa de verse por primera vez entre los once elegidos tras su llegada en los últimos días del pasado mercado de enero. El punta, cedido por el Dinamo Kiev, había participado en todos los compromisos del conjunto rojiblanco desde su fichaje, aunque siempre partiendo desde el banquillo, sumando especial participación ante la Ponferradina al salir en el descanso en el último encuentro de David Gallego. Este domingo, ya con Martí, tuvo su primera oportunidad como titular.
Ramírez sumó 70 minutos en un encuentro que se desarrolló con un plan de partido muy marcado: ceder la iniciativa al rival, defender juntos y replegados próximos al área y fiar el ataque a veloces transiciones a partir del juego directo sobre los puntas, un papel para el que Eric tomaba especial relevancia. Atendiendo a los datos de participación en el juego, la diferencia de roles entre los dos delanteros no es tan palpable, pues Uros y Eric intervinieron exactamente la misma cantidad de veces con balón e incluso firmaron datos en el pase muy similares (8 entregas precisas por parte del venezolano y 9 del balcánico) y ambos dando un par de pases clave (aquellos que preceden a disparo), eso sí, en el aspecto que más se repitió en sentido ofensivo en el equipo, el juego directo, los números sí reflejan esas diferencias: Eric disputó 9 duelos por alto y resultó vencedor en 5 de ellos mientras que Djuka tan solo disputó 3 ganando 2 de ellos.
En cuanto al posicionamiento también se notaron diferencias a golpe de vista que a su vez se reflejan en los mapas de calor de ambos. Eric era el elemento más adelantado sobre el campo de los once jugadores rojiblancos. Actuó como 'referencia' en el sentido más clásico de la palabra; ese delantero enviado a la disputa por alto y el cuerpo a cuerpo con los centrales. Djuka, liberado de esta responsabilidad y teniendo que ajustar su forma de atacar en base a ello, pues tenía que decidir cuándo era conveniente o no trazar su característico desmarque al espacio ya que ahora dependía de una prolongación de un compañero y no de un envío directo, se posicionó unos metros por detrás de Eric y más centrado que él para ser una solución al venezolano, que jugaría principalmente de espaldas a la portería rival.
La mejor muestra de lo que fue el rol de cada uno de ellos fue la acción del gol, la jugada mejor trenzada por el equipo a lo largo de todo el partido. Envío directo sobre Eric, este le gana la posición al central, acomoda el balón con el pecho y una vez lo tiene controlado encuentra de cara a su mejor opción, un Djuka que ya había visto la incorporación a toda velocidad del Puma por el costado izquierdo y puso un balón para este al espacio. Esto fue lo que mejor definió el papel de cada uno de ellos dentro del contexto de partido que había planteado Martí y la relación que estos dos puntas pueden mostrar si se les da continuidad compartiendo delantera. No todos los envíos fueron igual de precisos ni Eric logró toda la efectividad en las disputas o el pase, como es normal, pero si algo se busca con su presencia es precisamente una acción como la del gol rojiblanco en Butarque.
