Derivado de su dilatada carrera profesional
24 feb 2022 . Actualizado a las 16:09 h.Dilatada y exitosa. Así podría definirse la larga trayectoria de Josep Lluis Martí antes de dar el paso a los banquillos. El balear se retiraría en su casa, el RCD Mallorca, a una edad inusual: los 40 años. Centrocampista de gran rigor táctico y con capacidad para abarcar mucho campo, Martí fue un futbolista importante en el balompié español, con más de 300 partidos a sus espaldas en Primera División y 39 encuentros continentales, donde destaca en la que hoy es conocida como la Europa League con el rey de la competición: el Sevilla. Fue en el club hispalense donde pudo crear un palmarés envidiable como futbolista: 2 Copas de la UEFA, 2 Copas del Rey y una Supercopa en Europa así como en España. En todos estos trofeos Martí era un jugador fundamental, siendo titular indiscutible en todos ellos.
En el Sevilla sumó casi 200 partidos (se quedó en 188 encuentros oficiales) y, sin embargo, no fue la camiseta que más veces defendió, con el Mallorca como principal club representado con 218 apariciones. Además de ello, en Tenerife también contó con un largo recorrido superando la centena de encuentros (118), siendo este el primer club en darle la posibilidad de sentarse en un banquillo como entrenador profesional, pues hasta entonces se había formado en el fútbol base del conjunto mallorquín. Números muy grandes que evidencian la importancia como futbolista del ahora técnico del Real Sporting. Una trayectoria aún en ciernes en su recorrido por los banquillos de Segunda División.
De todas estas etapas en su larga carrera como futbolista profesional, Martí destacó en la rueda de prensa de su presentación la cantidad y diversidad de entrenadores por los que había pasado en esos 20 años con las botas puestas. De ellos dijo haber "cogido lo que considero correcto y mejor de cada uno de ellos para mí, y eso trato de transmitirlo ahora a mis equipos". Haciendo un repaso a los nombres, varios de ellos de importante talla en el fútbol tanto español como continental, se puede trazar una pequeña radiografía del perfil de Martí tanto en lo táctico como en lo que concierne a la gestión de grupo y manejo del vestuario.
En el primer escalón, como técnicos con los que más ha jugado, nos encontramos a tres personalidades fuertes y con la filosofía del trabajo muy interiorizada, por orden de mayor a menor número de partidos a sus órdenes: Joaquín Caparrós, Gregorio Manzano y Juande Ramos. Con este último fue con el que cosechó sus éxitos en el Sevilla. Tres entrenadores de carácter, prácticos en sus planteamientos y que eran líderes en sus vestuarios. Con los tres, Martí ronda la centena de partidos disputados. En un segundo escalón nos encontramos a dos grandes conocidos, con ambos cerca de las 50 apariciones: Rafa Benítez y Michael Laudrup. Aquí sí se encuentran dos personalidades distintas, siendo dos hombres de fútbol aunque con ideas distintas en cuanto al juego. Eso sí, de nuevo, personalidades fuertes y relevantes en el mundo del fútbol, además de una fijación en los detalles por parte del madrileño que siempre sorprende en sus plantillas.
Entre la larga lista de nombres con menor participación por parte de Martí encontramos nombres destacados como Pepe Mel, Valery Karpin, un viejo conocido de la afición sportinguista como Javier Clemente y también Juanma Lillo, el cual fue reconocido como el propio técnico como aquel que más le marcó, aun habiendo coincidido tan solo dos meses en aquel ascenso no conseguido por la Real Sociedad en competencia, precisamente, con el Sporting. Un popurrí de entrenadores muy reconocidos que muestran un patrón común: fuertes personalidades y una dimensión importante en sus trayectorias. Grandes figuras del fútbol que habrán influido en la forma de hacer y trabajar del Martí entrenador a las que ahora se encomienda la escuadra rojiblanca.
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