Texto de análisis
19 dic 2021 . Actualizado a las 15:49 h.Al fin llegó la victoria. El Real Sporting de Gijón rompió en Ibiza la mala dinámica que venía arrastrando en los dos últimos meses en un duelo crucial para el futuro de David Gallego. En 10 partidos se detuvo el contador, viendo ahora con otra perspectiva el horizonte de partidos rojiblancos. Jugando con los números, el Sporting cierra una semana con 4 de 6 y habiendo logrado el pase a dieciseisavos de final en la Copa del Rey. Una mejor manera para encarar estas fechas navideñas en las que tendrán dos semanas para preparar el siguiente compromiso de los asturianos, ya en 2022. Un momento delicado que espera haber encontrado su punto de inflexión. Analizamos la victoria de los de Gallego ante el Ibiza en las siguientes 4 claves:
Sólidos en defensa posicional
En un planteamiento de partido algo diferente a lo que es habitual en el Sporting, los de Gallego cedieron la iniciativa a un Ibiza que trataba de llegar mucho al área de Mariño a través de ataques verticales por los costados. Esta situación, conocida por la zaga asturiana, hizo que el equipo se mostrara ordenado y concienciado a la hora de defender las acciones de centro lateral de los locales. Meramente centrados en el plano defensivo, el Sporting estuvo correcto, serio en área propia y solidario alrededor de la misma ante los ataques celestes. Bien es cierto que a balón parado -siendo síntoma de lo anterior la gran cantidad de córners botados por los ibicencos- los de Gallego sufrieron considerablemente más para frenar los remates rivales.
Sin capacidad para dominar el balón
Voluntad del Sporting, imposición del Ibiza o quizás una mezcla de ambas. Sea cual sea el motivo, lo cierto es que los de Gallego fueron incapaces de hacerse con el dominio del esférico en Can Misses. Por puro planteamiento del partido, es posible que los de Gallego hicieran esto de manera voluntaria, tratando de estar organizados defensivamente, priorizar la portería a cero y buscar hacer daño con dos extremos rápidos -Puma y Aitor- aprovechando los espacios de un bloque plantado muy arriba por parte de los locales. Incluso con ventaja en el marcador y el Sporting tratando de gestionarla, el equipo fue incapaz de sumar posesiones largas y defenderse mismamente desde el balón. Gallego aludía en rueda de prensa a la dificultad de hacer esto viéndote tanto tiempo después con la victoria en tus manos y un rival que apretaba con todo para igualar el partido. El nerviosismo pudo afectar a los jugadores, pero no solo lo psicológico parece que condicionara estas dificultades con balón.
Efectivos en área rival
La retahíla de tópicos esta vez vino de cara al Sporting, cuestión que siempre suele ir en sentido inverso; el fútbol se decide en las áreas, los detalles y el acierto son fundamentales en una categoría tan igualada, la famosa 'pegada' y su importancia.. todo lo que habitualmente es cruz, esta vez salió cara para los de Gallego. 3 remates entre los tres palos, además de una ocasión clara del Puma que se fue desviada, 2 goles rojiblancos. No fue necesario nada más. Se contabilizan más aciertos que errores en la definición, algo raro de ver y más con lo que nos viene acostumbrando el Sporting. A Djuka y a Aitor no les temblaron las piernas a la hora de definir sus acciones más claras y no hay mejor fórmula que estar efectivos en área rival para salir de una crisis de resultados como esta.
Mariño salvador
Otra de las principales noticias de la tarde fue el lograr mantener la portería a cero. Esto se logró en parte, fruto del buen trabajo defensivo citado en una clave anterior, pero también con una dosis importante de mérito en la figura individual de Diego Mariño. El guardameta vigués tuvo mucho trabajo a partir de los centros laterales y opciones a balón parado de un Ibiza que remató en 29 ocasiones, de récord, pero consiguiendo enviar tan solo 4 de estos disparos entre los tres palos. Algo que responde evidentemente a la dificultad de definir con acierto este tipo de jugadas. Sin embargo, de esos 4 balones que fueron a puerta, 3 de ellos se contabilizan como paradas de auténtico mérito de Mariño, que volvió a sacar su mejor cara para permitir la primera puerta a cero en liga desde el 16 de octubre. Bien es cierto que mostró alguna duda en un par de centros en su principal debilidad, las salidas por alto, pero en Can Misses destacó como una de las claves del encuentro para explicar la victoria rojiblanca.
Los cambios
Gragera por Aitor. Cambio defensivo para ganar un centrocampista más y buscar consistencia defensiva y con el balón. En la media hora que tuvo, Gragera se mostró correcto en las acciones defensivas en un rol muy diferente al de Aitor.
Bogdan, Borja y Gaspar por Guille, Nacho y Villalba. Cambios efectuados en dos ventanas diferentes pero todos ellos en las postrimerías del encuentro. Más para gestionar los últimos minutos y asegurar la victoria.
Nota a David Gallego y el cuerpo técnico:
Suficiente. No por el resultado en sí, pero sí por los aspectos clave que decantaron la balanza en su favor. Si bien el Sporting sufrió en acciones de estrategia y no pudo -incluso cuando quiso- dominar el balón para hacerse dueño del ritmo de partido, no es menos cierto que el plan trazado salió de cara, con el equipo mostrándose sólido atrás en el juego -sacando de la ecuación por tanto el balón parado- y siendo efectivo a la hora de ejecutar las contras que sabían que terminarían llegando. Lo primero lo penaliza, haciendo que no fuera un partido para nada brillante del Sporting, pero lo segundo también se trabaja, y esta vez permitió obtener una victoria que moralmente vale más que 3 puntos.
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