Analizamos el perfil del futbolista avilesino
04 jul 2021 . Actualizado a las 17:39 h.Verano de oportunidades e ilusiones. Los chicos del filial que se suman a la pretemporada del primer equipo tendrán la opción de postularse para sumar minutos bajo las órdenes de David Gallego. En un Sporting en el que aún no se conocen nuevas altas y que sí ha sumado varias salidas, más allá del fin de periodo de cesión de jugadores como Saúl y Cumic, contando además con un futuro incierto en algunas de sus piezas ante una posible venta, las oportunidades para estos chicos, más aún con la situación económica y de mercado actual, pueden llegar a suponer el paso adelante con el que sueñan en sus carreras.
Uno de los jugadores que teóricamente más opciones tendría para hacerse un hueco en la plantilla del primer equipo es César García. Llegado a Mareo en su etapa juvenil procedente del Real Avilés, a sus 21 años -hará los 22 en agosto- ya acumula cierto recorrido y presencia en el filial rojiblanco, sumando 48 partidos en la categoría de bronce en los que consiguió anotarse 6 goles y 2 asistencias en su cuenta particular. Su perfil, siendo un extremo diestro que juega a pie natural -aunque también lo hemos visto en el filial jugando en banda izquierda-, es algo que la plantilla actual del Sporting no tiene tras la salida de Carmona y el retorno de Cumic a Grecia.
Cómo juega César
Como bien decíamos anteriormente, César desempeñó habitualmente el rol de extremo diestro esta última temporada en el filial. Un rol que beneficiaba a sus cualidades por el estilo de fútbol rojiblanco: pocos toques, juego vertical y con mucha importancia de las bandas. En este contexto, César sumaba en todos los aspectos, siendo un futbolista atrevido a la hora de encarar en el uno contra uno, vertical en su conducción y con una alta punta de velocidad para deshacerse de su par por puro desborde. Es ahí donde reside su gran fortaleza: arrancada y velocidad para superar la marca del rival.
Es un extremo osado, de los que gusta encarar a la mínima oportunidad. Un desparpajo que hace florecer su ímpetu por acelerar las jugadas, algo que no siempre es positivo pues el ataque puede demandar un ritmo diferente en momentos concretos. De esa velocidad punta se entiende que es un futbolista más peligroso con espacios que sin ellos y, aunque es cierto que siempre encara y busca el uno contra uno, es mucho más habitual verlo intentando superar a su par desde la arrancada que desde la acción técnica.
Del desequilibrio que logra generar en banda surgen sus mejores situaciones de cara a gol, aunque cuando juega en izquierda -más habitual en la 19/20 que esta pasada temporada- cambia su perfil y busca la acción por dentro para finalizar. Sin embargo, es un jugador muy interesante cuanto más pueda atacar en vertical, pues en situaciones de recepción por dentro, rodeado de más jugadores y sin opción clara de encarar, no encuentra soluciones sencillas desde sus cualidades. En el aspecto defensivo, el avilesino es implicado en sus tareas, especialmente generoso en el esfuerzo tras la pérdida, buscando recuperar lo antes posible, pero también habituado a trabajar la banda para marcar al lateral rival, utilizando su cuerpo y recuperando muchas veces desde la propia insistencia.
Un futbolista que tendrá oportunidad de ganarse el sitio en una banda diestra del Sporting ahora mismo carente de dueño. De todas formas, la falta de oportunidades la temporada pasada invita a pensar que tendrá que hacer méritos para llamar la atención de David Gallego para ganarse un hueco en la dinámica del primer equipo, con la competencia en forma de extremos aún por definirse.
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