Artículo de opinión
07 dic 2020 . Actualizado a las 22:23 h.El Real Sporting de Gijón está sufriendo un evidente bache de resultados, pero es tiempo de arropar a esta plantilla y al cuerpo técnico desde el elogio y la crítica constructiva. A pesar de lograr solo 6 de 21 puntos posibles, las sensaciones son más que positivas y se tiene el doble de puntuación que el Alcorcón, conjunto que marca la última plaza de descenso a la categoría de bronce, un dato que sumado a la posición de promoción de ascenso a Primera división habría sido firmado por cualquier sportinguista.
Siempre soy partidario de mantener una cierta distancia con los futbolistas rojiblancos para poder informar y opinar desde una mayor imparcialidad, que evidentemente nunca llegará a ser perfecta, porque toda visión es siempre subjetiva, nadie tiene la verdad absoluta en este deporte. No obstante, consciente de que estos contenidos suelen llegar al vestuario sportinguista, me gustaría aprovechar estas líneas para agradecerles que nos hayan vuelto a ilusionar como no ocurría desde el Sporting de los guajes.
Ayer se perdió ante el Espanyol sin llegar con peligro al área rival -dejando a un lado los errores arbitrales en contra de los asturianos-, pero al finalizar la contienda sentí orgullo por la defensa de esta camiseta sobre el terreno de juego, una sensación muy diferente a las vividas en años anteriores, cuando se visitaban campos de Segunda en los que daban ganas de cambiar de canal al minuto 15, una 'amenaza' que finalmente nunca se producía porque incluso en los peores momentos, los sportinguistas siempre tenemos fe en que ocurra el 'milagro' de ver una buena jugada.
Por fin existe un estilo de juego y hay mimbres para seguir evolucionando, se han competido todos los partidos a excepción del derbi en Oviedo y a pesar de la mala racha, con 28 puntos el Sporting estaría a 1 de la zona de ascenso en la jornada 17 de la temporada anterior. Por desgracia, esta campaña existen otros proyectos muy potentes como el del Espanyol, Leganés, Almería y Mallorca.
Sigamos la filosofía de David Gallego, intentemos vivir al máximo las 25 jornadas que tenemos por delante y disfrutemos de este proyecto, que tras unos años muy oscuros, bien merecido lo tenemos. El objetivo en verano era lograr la permanencia con antelación e intentar pelear por la sexta plaza. Por ahora se está superando con creces hasta el momento, soñemos juntos mientras las matemáticas lo permitan y no nos intentemos comparar con escuadras diseñadas para ganar la competición.
¡Ahora más que nunca, Sporting de Gijón!
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