Los griegos incluyen una penalización en la cesión del extremo serbio
29 sep 2020 . Actualizado a las 12:31 h.Pide paso en el once. El estreno de Nikola Cumic en las filas del Real Sporting de Gijón llegó en la primera oportunidad que el serbio estuvo a plena disposición del cuerpo técnico. Minutos de buenas sensaciones ante el Girona que se verán aumentados en las próximas citas de los rojiblancos. Más allá de ser un refuerzo necesario para el costado derecho del ataque, el extremo procedente del Olympiacos llega respaldado por una llamativa campaña el pasado curso y por un contrato de cesión con cláusula de penalización para la entidad asturiana en caso de no contar con participación.
Cumic llegó para jugar. El primer fichaje de la dirección deportiva sportinguista, que cubre una necesidad perenne en las bandas del equipo durante las últimas temporadas, apunta a ser un fijo en las alineaciones de David Gallego. Según ha podido conocer este medio, la operación de cesión entre el Olympiacos y el club rojiblanco incluye la obligación de que el extremo serbio disfrute de, al menos, el 70% de los minutos en los que esté a disposición del equipo, en caso contrario los griegos recibirían una compensación económica por parte del Sporting en forma de penalización. Así mismo, el propio Cumic ha confirmado en declaraciones al medio SportKlub de su país, la cláusula de compra que debería afrontar el club rojiblanco para adquirir su pase en propiedad al final del curso, que ascendería a los 7 millones de euros.
Cumic explica en la entrevista parte del proceso para llegar a Gijón. «Llegó septiembre, enseguida supe lo que me esperaba en Grecia con seis competidores en mi posición, apareció la opción del Sporting y no lo pensé mucho. Es cierto que también me llamó el Partizan, pero en Atenas decidieron que yo solo podía ir a una liga más fuerte que la que ya estaba, además, también miraron el aspecto económico, pusieron en el contrato que la compra después del préstamo cuesta siete millones de euros. Al alcance del fútbol español, pero inalcanzable para los serbios»
El joven extremo también valoraba sus primeras impresiones en tierras asturianas. «De acuerdo con la forma en que me recibieron y me aceptaron, puedo estar muy satisfecho. Estoy muy agradecido a la dirección, los entrenadores y los compañeros. Tuve que pasar todo el procedimiento establecido, con el doble negativo para covid. Entrené con el equipo solo tres veces y tuve la oportunidad de debutar contra el Girona. Mi número es el 17, no quisiera revelar por qué lo elegí, pero hay razones. En el partido tuve una buena oportunidad, que el portero apenas defendió, enviando el balón hacia la esquina con los dedos. Me estoy adaptando rápido. Sé inglés, estoy aprendiendo español, tengo un apartamento, que no está lejos del centro, tengo un coche a mi servicio y le pregunto a Uros Djurdjevic sobre todo. Es maravilloso tener a alguien como él cerca", concluía Cumic.
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