El galés, decisivo para la venta del rojiblanco
17 abr 2020 . Actualizado a las 19:39 h.Fue el traspaso del año 2010. Una década después, la venta millonaria del centrocampista del Real Sporting de Gijón, se mantiene en el recuerdo de los aficionados, en la de los rojiblancos y también en la de los del club de destino de Miguel Marcos Madera, Míchel. Sin fútbol, es época de desenpolvar viejas historias.
El Birmingham inglés se hacía con los servicios del centrocampista lenense a cambio de 3,3 millones de euros. Una operación de envergadura propiciada por el interés del técnico Alex McLeish, que había seguido las evoluciones del rojiblanco durante un largo periodo de tiempo, pero también por una negativa decisiva. El 'no' de Gareth Bale.
Ha sido el técnico escocés el que desveleba recientemente la sucesión de acontecimientos que terminaron con el sportinguista en la Premier League. El mercado invernal se presentaba como la oportunidad de los 'blues' de reforzar su plantilla, con el galés, hoy jugador del Real Madrid, como principal objetivo. Bale, en las filas del Tottenham, acumulaba dos campañas sin demasiado éxito en los Spurs y Harry Redknapp estaba listo para dar salida a un joven propenso a las lesiones.
El Birmigham estaba dispuesto a invertir 3 millones de libras en el 'fracaso' del Tottenham. "A comienzos del mercado llamé a Harry y le pregunté si podíamos comprar a Gareth", recordaba McLeish. "Pensamos, que tal vez, viniendo a un club más pequeño, podríamos ayudarlo a encontrar su mejor forma. Si lo hacía realmente bien los Spurs podrían recuperarlo", apuntaba.
La decisión del futbolista y del técnico del Tottenham fueron ligeramente diferentes. El jugador no estaba dispuesto a salir traspasado. "No hay posibilidad de una venta, es un futbolista de gran futuro". Bale tenía 20 años. Todos sabemos lo que sucedió, el galés se quedó, se convirtió en el hombre clave del equipo, marcó 42 goles en 146 apariciones, ganó el premio al Jugador del Año, dos veces, y luego, en 2013, se unió al Real Madrid en una transferencia de récord mundial por más de 100 millones de euros.
El Birmigham se puso en marcha para encontrar una alternativa para su centro del campo y acometió la contratación del sportinguista. "Dije que quería fichar jugadores de calidad durante enero y Michel cumplía los requisitos", recuerda McLeish. "Estaba muy contento de que hubiera firmado ya que le había seguido durante más de un año, incluso viajando a España para verle jugar. Tenía experiencia, era un jugador técnico y de calidad con la pelota. Realmente pensaba que podía fortalecer al equipo", apuntaba el entrenador escocés.
La experiencia del lenense en el fútbol británico no tuvo el éxito esperado. El exrojiblanco ponía rumbo a Grecia un año después de su llegada, antes de comenzar un largo periplo que actualmente le tiene acumulando títulos en las filas del Qarabag de Azerbaiyán. Su salida de Gijón, dejaba huérfano el centro del campo del conjunto dirigido por Manuel Preciado. El resto es historia, el 'no' de Bale se llevó a Míchel a Birmingham y terminó por traer a 'Lola' Smiljanic al Sporting.
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