Artículo de opinión
27 ene 2020 . Actualizado a las 13:26 h.*El sistema de comentarios se encuentra más abajo de lo habitual, disculpen las molestias.
El Real Sporting de Gijón venció pero no convenció en el cuarto partido de Miroslav Djukic al frente del proyecto rojiblanco.
Si bien es cierto que a nivel estadístico, el serbio acumula dos victorias con portería a cero en sus dos contiendas en El Molinón - Enrique Castro "Quini", las sensaciones no son tan positivas, aunque pueden ofrecer esa base de confianza de la que tanto habla el técnico en sus declaraciones ante la prensa. Su libreto es claro, primero pelear y competir, una vez logrado, empezar a fomentar el "tiki-taka", controlar partidos con el balón y hacer un juego más bonito.
No obstante. es correcto decir que desde el cambio en el banquillo gijonés se ha visto a un Sporting capaz de acumular más ocasiones de gol, a pesar de jugar de un modo tosco y al trantrán. Los rojiblancos saltaron al campo con muchas dudas, pero una vez que Pedro Díaz abrió la lata en el marcador, se acumularon más de 5 ocasiones claras de gol. Una carencia de cara a portería rival que también se intentará solucionar en el mercado de fichajes.
La propuesta inicial
Miroslav Djukic intentó darle un giro de tuerca a su equipo dando entrada a un delantero centro en detrimento de la mediapunta, lo que dio acceso en el terreno de juego a Álvaro Vázquez y desplazó a la banda izquierda a Manu García.
Bajo palos siguió Diego Mariño, con una defensa de cuatro formada por Bogdan, Marc Valiente, Babin y Damián. En esta línea lo más destacado fue observar el posicionalmente de los laterales, que por momentos llegaban hasta la zona de los extremos en la salida de balón en estático, bien abiertos a banda, mientras los hombres de los flancos buscaban la línea de pase interior como si de interiores se tratase, con Pedro de pivote y Cristian Salvador entre los centrales. Por contra, ese posicionamiento táctico indicado desde el banquillo no tuvo una progresión en el césped y los laterales apenas entraron en juego más allá de la línea del mediocampo rival.
Quizá por esa misma razón se vio al Cristian Salvador menos vertical de la temporada, con mucha tendencia al pase horizontal de seguridad para no perder el balón por el riesgo de perder el cuero con menos hombres cerca de portería, en la que fue otra de las anécdotas de la tarde. A su vez, pese a que Bogdan no dobló la banda tanto como debería, Carmona sí lució más en este nuevo sistema, mientras Manu García no acabó de mostrarse cómodo y cuajó uno de sus partidos más grises; al igual que en el caso balear, el hecho de que el lateral doble su posición también podría haberle ayudado a brillar más dentro del citado dibujo táctico, ya que fijaría a su par, tendría un socio más para combinar y una mayor libertad de movimientos.
En la delantera se ampliaron los movimientos con la doble punta, aunque Uros Djurdjevic volvió a sacar su cara más gris, mientras Álvaro estuvo participativo, especialmente en defensa, pero se notó su falta de continuidad.
Los cambios
Pablo Pérez por Uros Djurdjevic, el técnico serbio quería añadir unas nuevas piernas a la primera presión y balón aéreo en unos minutos en los que el Sporting empezaba a achicar balones en largo, así como reforzaba el propio balón parado defensivo.
Javi Fuego por Álvaro, dejó al Sporting con Pablo como delantero centro buscando amarrar el 1-0 por la acumulación de hombres a costa de perder desmarques de ruptura a la espalda.
Traver por Carmona, un cambio de hombre por hombre para perder tiempo y meter piernas de refresco.
El balón parado
Se empezó muy mal, con algún error defensivo en la marca, pero con el paso de los minutos se fue corrigiendo. Además en la faceta ofensiva llega el gol de Pedro, así como hubo un disparo al palo y dos llegadas con peligro de Babin.
Nota a Djukic y su cuerpo técnico
Bien. El equipo progresa a ritmo lento, pero lo hace. A nivel de resultados, cualquier aficionado firmaría la presente media de ganar en casa y perder como visitante, tal como se encuentra el actual Sporting. Sin embargo, como el propio serbio asegura, se deben seguir dando pasos adelante desde la confianza de la victoria.
