Los rojiblancos acumulan experiencias negativas
26 nov 2019 . Actualizado a las 19:41 h.Llegado para aportar beneficios, al Sporting de Gijón el VAR le está saliendo a pagar. Está resultando una novedad complicada de asimilar para los rojiblancos, pese a que la delicada situación clasficatoria no es achacable por completo al videoarbitraje, los de José Alberto López han visto como se acumulan decisiones en contra de sus intereses, que han potenciado el balance negativo en lo que va de curso.
La influencia negativa es evidente hasta la fecha. Frente al Tenerife el VAR elevaba la cuenta hasta cuatro duelos en los que su influencia ha terminado por ser definitiva para el signo negativo en el balance final de los rojiblancos. No tardaba en hacerse notar el videoarbitraje. En la jornada inaugural frente al Girona en Montilivi, Damián Pérez veía la roja tras la intervención externa al terreno de juego, con empate en el marcador, las tablas terminaban por ser el resultado final. El estreno en El Molinón, ante el Rayo Vallecano, se llevaba por delante un tanto de Djurdjevic, anulado en un riguroso fuera de juego.
La resta efectiva de puntos se abría en la quinta jornada. El VAR alertaba al árbitro de un posible penalti de Borja López en el tiempo añadido, la pena máxima finalmente señalada era transformada por Aketxe y servía para que el Deportivo se llevara una alegría en el feudo rojiblanco, que observaba dos importantes puntos volar.
En Fuenlabrada reaparecía el VAR. Con el marcador en desventaja y los rojiblancos apurando sus opciones de sumar en el Fernando Torres, la ayuda externa para el colegiado entraba en acción para señalar un más que riguroso penalti de Babin, que propiciaba el segundo tanto local y las quejas de los futbolistas sportinguistas. "No quiero hablar del Var. Pero este penalti que me han pitado es de chiste. Y me callo la boca", manifestaba el central.
Pocas jornadas después, ante el Cádiz en el Ramón de Carranza se repetía la historia. El videoarbitraje resultaba decisivo para cerrar el marcador, con Borja López como protagonista de una nueva pena máxima repleta de matices e interpretaciones.
La mala racha con el VAR vivía su último episodio frente al Tenerife. Con el resultado igualado, la intervención desde la sala, propiciaba la revisión de una entrada de Marc Valiente sobre la línea del área, que traía como consecuencia un nuevo penalti en contra, y el principio del fin del duelo. Una sensación acrecentada con un agarrón a Djuka que no era considerado merecedor de revisión. Hasta la fecha, las contradicciones y divergencias de criterio en la aplicación del VAR han hecho que los rojiblancos se hayan sentido perjudicados con demasiada frecuencia.