La directiva rojiblanca se reunió con los nuevos responsables del Ayuntamiento gijonés
21 ago 2019 . Actualizado a las 13:19 h.El Consejo de Administración del Real Sporting de Gijón se reunió días atrás con los nuevos responsables del Ayuntamiento gijonés para valorar diversos temas, con la limpieza de El Molinón - Enrique Castro "Quini" como epicentro de la conversación, aunque no el único, ya que, entre otras cosas, también se expuso la posibilidad de vender el nombre del recinto a una marca comercial, al igual que se dialogó sin éxito al respecto con los anteriores gestores municipales.
Cambiar el nombre del coliseo no es una prioridad del Sporting, especialmente en Segunda división, donde el caché resultaría inferior, pero sí se trató de abrir una puerta al debate que actualmente se encuentra cerrada, puesto que durante la firma de la última concesión se incluyó una cláusula por la que el Ayuntamiento rescindiría el contrato de cesión si el nombre resulta alterado. En su día se había barajado la posibilidad de ponerle un apellido comercial a El Molinón, un espacio que finalmente ocupó Quini tras su muerte, mediante el consenso de los partidos políticos locales, un consenso que se debería repetir para posibilitar un nuevo cambio que aportaría varios millones de euros.
Además de la rotunda negativa política, el Sporting se encontró en su momento con el rechazo de algunas agrupaciones de aficionados como Unipes y TFND. El caché por aquel entonces, en Primera división, era de entre 1,5 y 2 millones de euros por temporada durante alrededor de una década.
Un ejemplo cercano
Hace escasos años el Ayuntamiento de A Coruña concedió su permiso para que el Deportivo pudiera poner a la firma Abanca junto al nombre de Riazor. Un acuerdo por el que recibió un crédito de 45 millones de euros a pagar en cómodos plazos hasta 2032 -los pagos más elevados se encuentran en el tramo final- y que durante estas dos temporadas en Segunda división se ha visto exento de pago para aumentar el tope salarial gallego.
El Mallorca fue uno de los pioneros en este tipo de acuerdos, cuando en 2006 firmó un contrato de 3,1 millones por incluir el nombre de ONO durante 4 temporadas. En la actualidad, el Atlético de Madrid vendió el de su nuevo estadio a Wanda, mientras el Barcelona y el Real Madrid llevan tiempo negociando el de sus recintos para financiar una reforma que se presume integral.